Inti-Illimani: “Fuimos fieles a nuestra época”
Horacio Salinas, guitarrista del gran grupo chileno, habla sobre el regreso del trío a sus orígenes.
“Nuestra música fue fiel a los tiempos que vivimos, pero sería arrogante pensar que influimos en una época. Más bien fue la época la que influyó en nosotros”, dice Horacio Salinas, el guitarrista, compositor y director del grupo Inti- Illimani Histórico en charla telefónica con Clarín.
Junto con Inti-Illimani Nuevo, este grupo es uno de los dos continuadores de la formación original, sin duda uno de los pilares de la Nueva Canción Chilena. “Nacimos cautivados por la música latinoamericana de nuestros antecesores, principalmente Violeta Parra y Víctor Jara, pero también inmersos en una década revolucionaria que generó el tono de nuestra propuesta”, agrega el artista con un tono ensombrecido por la perdida de su compañero y fundador de Inti, Max Berrú, ocurrida el martes en Santiago.
Para los que esperaban un reencuentro con lo mejor del folclore hermano, Inti-Illimani Histórico, con Salinas, Horacio Durán (charango y guitarra) y José Seves (voz y guitarra) se presentará mañana (y el viernes 11), a las 21, en el teatro Caras y Caretas, con un concierto que excede naturalmente las composiciones de su último trabajo, Fiesta (2016).
“Es complicado, a esta altura de nuestras vidas y con más de 45 discos editados, concentrarnos en un solo trabajo. Haremos algo de Fiesta, que grabamos por nuestros 50 años como grupo, pero hay temas que son esenciales para nosotros y que no queremos dejar pasar la oportunidad de interpretarlos”, explica Salinas, nacido en 1951, guitarrista con formación clásica que es uno de los artistas más destacados de la música popular contemporánea en el hermano país.
Inti-Illimani nació en 1967, con Durán como uno de sus fundadores; Salinas se sumó a los pocos meses de su gestación en tanto que Seves se unió en 1971. Para Salinas, el surgimiento de la Nueva Canción Chilena, como también el de Inti-Illimani, fueron el resultado de ese momento. “Crecimos con la música de Violeta y de Víctor y esa atmósfera nos envolvió. La canción de protesta estaba muy presente en los ámbitos estudiantiles, sociales, pero nuestra música era instrumental. Nuestras melodías hablaban de ese calor revolucionario, pero desde lo melódico. Fuimos fieles a nuestra época”, añade el guitarrista, que además desarrolló una sólida carrera solista y como compositor de bandas sonoras para películas como El húsar de la muerte y El fotógrafo. Además, participó con Isabel Parra (hija de Violeta) en sus discos Violeta Parra y De aquí y de allá.
El grupo se encontraba de gira por el exterior, cuando el 11 de septiembre de 1973 ocurrió el sangriento golpe militar del general Augusto Pinochet que derrocó al presidente Salvador Allende.
A los miembros de Inti-Illimani les prohibieron regresar a Chile, y el exilio se prolongó hasta 1988. A poco de su regreso fueron protagonistas de la campaña “No Pinochet” en el referéndum popular que le cerró al dictador la posibilidad de seguir gobernando.
Sobre la actualidad del grupo, Salinas sostiene que esta etapa en trío les permite retrotraerse a los orígenes. “Hacemos la música tal como la creamos, desde las guitarras, y en esa desnudez nos reencontramos con nuestros orígenes musicales. Además, en ese andar sin orquestación surgen con más claridad nuestros trabajos como solistas”, agrega. En este repertorio en trío se destacan composiciones como El pueblo unido, La exiliada del sur, Canto a las estrellas y Vuelvo, entre otras.
Toda esta historia de compromiso político compartido no impidió que Salinas, Durán y Seves terminaran dirimiendo la propiedad del nombre de la banda con Jorge Coulón, otro de los fundadores, en Tribunales. La Justicia dirimió el pleito en un intento de arreglo salomónico rebautizando al trío de Salinas, Durán y Seves como Inti-Illimani Histórico, mientras que el liderado por Coulón, lo llamó Inti-Illimani Nuevo, apellidos que no dejaron satisfecho a nadie.
“No me gusta hablar de este asunto, menos en este momento en el que nos acabamos de enterar de la muerte de Max Berrú y es un golpe muy doloroso para todos nosotros. Te puedo decir que es un conflicto de rasgos fraternales y eso lo hace más doloroso aún. Pero nuestros caminos ya se venían separando. Las músicas que cada uno hacía hablaban por sí mismas. La fractura del grupo era esperable. Pero es un día en el que la pérdida de un querido compañero se impone por sobre todos los demás temas”, concluye Salinas. ■