“Yo no quiero trabajar con la visión de agradar al público”
-Yo no quiero trabajar con la visión de agradar al público, por supuesto que quiero que agrade, pero no podría trabajar sobre esa perspectiva. Quiero que redescubran la obra a través de esta puesta.
-Trabajaste mucho tiempo con Calixto Bieito y solés decir que es tu mentor. ¿Pensás en él como un provocador, un hombre al que le gusta alborotar al público?
-Creo que Calixto nunca pretendió alborotar. En las ruedas de prensa le preguntaban si la producción que traía sería provocadora, y él respondía que no había traído el provocadómetro para saber cuán provocativa era su visión de la obra. Creo que tiene un universo muy personal, una visión muy cruda de este mundo, que no es nada desacertada, donde el dinero, el sexo y la violencia mueven muchísimas cosas, mucho más de lo que queremos pensar. Reflexiona sobre la religión: cómo nos ha marcado, cómo somos menos libres de lo que solemos creer. El lenguaje personal de Bieito no afecta tanto en el teatro puro, pero al pasarlo a la ópera cobra todo otra dimensión. Creo que Calixto es uno de los directores más influyentes de los últimos 25 años. Claro que él no ha hecho comedia. -Me parece inimaginable algo de tono liviano en él. Hay mucho cinismo en su visión del mundo.
-Él pone un espejo. Nos enfrenta a cosas que no queremos ver. Cuando hacíamos Don Giovanni, la gente se quejaba porque era muy violenta y muy sexual. Y él respondía que la obra comenzaba con una violación y un asesinato. No es que él la hiciera más violenta sino que hasta ese momento se había visto estilizada. El es- pectador también ha cambiado mucho. En estos años con tantas series y películas nos preguntamos cómo atraer la atención del espectador. La atención del espectador con la estética del videoclip lo ha invadido todo. Estamos acostumbrándonos a la multiplicidad de pantallas. Él fue uno de los primeros en darse cuenta de esto. Decía: “Los espectáculos pueden ser buenos o malos, pero no tienen que aburrir”. Lo admiro y lo considero mi gran maestro. Me sigue sorprendiendo después de años.