El Gitano, en sus propias palabras
Yo, Sandro
Documental. Argentina, 2018. 73’, ATP. De: Miguel Mato. Con: Carlos Portaluppi, Daniel Valenzuela, Celeste Gerez, Patricia Rojo. Salas: Gaumont, Cinema Adrogué, Village Avellaneda, Showcase Haedo.
Cuando todavía no se apagaron las brasas de la llama de la sandromanía revivida por la serie de Telefe, llega Yo, Sandro para mostrar al ídolo desde un ángulo complementario. Si Adrián Caetano se basó en hechos reales para construir una ficción con actores, Miguel Mato utiliza casi con exclusividad imágenes de archivo y las palabras del propio Roberto Sánchez como única narración.
Este documental es, ante todo, un manjar para las “nenas” (y los “nenes”, por qué no) de Sandro. Porque cuen- ta con material rico, pocas veces visto o directamente inédito. Filmaciones que muestran su vida pública y privada: se ve al Gitano en conciertos, giras, viajes por el mundo -algunas de ellas, rodadas por el propio cantante- y en la intimidad en su casa. También hay fragmentos de sus
numerosas películas y alguna que otra aparición en televisión. Un despliegue histórico complementado por un par de escenas recreadas con actores y algunas imágenes ilustrativas de lugares mencionados.
Mato tiene experiencia en películas biográficas de artistas: ya retrató al pintor Leónidas Gambartes, al escritor Haroldo Conti y al capocómico Gogó Andreu. Esta vez, con el objetivo de evitar caer en los testimonios de “cabezas parlantes” o la voz en off de un tercero, tuvo una buena idea: apelar a la voz de Sandro para contar su historia. Pero hay un problema: gran parte de ese audio -tomado de una entrevista de Francisco Loiácono- es ininteligible y no está subtitulado.
Hay otras desprolijidades, como una larga secuencia de Lucecita Benítez cantando y dando testimonio que -junto a una más pertinente aparición del Puma Rodríguez- rompe la línea estética del documental. O imágenes que no se corresponden con lo que se está narrando. Y en el repaso biográfico quedan muchos baches, que conspiran contra la cabal comprensión del fenómeno Sandro. ■