“Ante la impunidad, el juicio y la condena se perciben más cercanos”
La prisión de funcionarios y empresarios corruptos; el procesamiento de otros, aún en libertad. El desplazamiento y peligro de juicio político de jueces y fiscales que no son ejemplos de honestidad, son todas señales que advierten y/o atemorizan a la mayoría de jueces, empresarios, funcionarios y ciudadanos que podrían ser tentados por comportamientos deshonestos, que la transgresión de las leyes y la honestidad pueden recibir un castigo que hasta hace poco se percibía como muy lejano o imposible. Para participar y ganar una licitación, contemplar la posibilidad de ofrecer o pedir un soborno, era un comportamiento aceptado por la mayoría. Quizás hasta necesario o indispensable. La transgresión de leyes y normas era practicada sin ninguna consecuencia. Estaba justificada y disculpada por el comportamiento de las más altas autoridades, que obraban de la misma manera. O por la necesidad de algunos empresarios de mantener su actividad. Ya no es así.
Los hechos nos están demostrando que a pesar de la impunidad (que todavía lucha por subsistir), el juicio y la condena se perciben más cercanos. Creo que hoy, funcionarios, empresarios y ciudadanos, nos sentimos menos proclives a aceptar transgresiones como algo normal y socialmente aceptado, poniendo en riesgo la libertad y/o la tranquilidad propia y familiar al tener que enfrentar un procesamiento por conductas deshonestas y la cárcel, en el caso de ser condenados. !Ojalá, sea así ! Alfredo Andreotti xintetico@mac.com