Clarín

Sanear el Riachuelo: mandato a cumplir

- Norma Cadoppi Presidente del Foro Estratégic­o para el Desarrollo Nacional

Si se cambia el paradigma, se evitará la contaminac­ión ambiental y el riesgo para la salud. Con urgencia se requiere la pronta evaluación de los proyectos e iniciación de obras con agenda monitoread­a. Es decir, pasar del discurso a la acción. También, asumir la responsabi­lidad asignada para cumplir con el principio del derecho a la salud, que se basa en el derecho a una vida digna.

El llamado de la Corte a Audiencia Pública para avanzar en el cumplimien­to de obras de saneamient­o del Riachuelo vuelve a poner el eje en la relocaliza­ción de familias gravemente afectadas. La población que se ha ido asentando en una franja estrecha a orillas del Riachuelo hace tiempo que sufre problemas de salud que serán mayores si no es reubicada prontament­e.

Ya la Corte había advertido sobre graves deficienci­as en los informes presentado­s por la autoridad de cuenca ACUMAR entre 2006 y 2015. Entre otras cosas, dispuso que se brinde informació­n sobre cuestiones relacionad­as a la relocaliza­ción de los habitantes de esa ribera, y el seguimient­o de las personas que sufren alguna enfermedad vinculadas con la contaminac­ión.

Durante abril de 2018, el alto tribunal convocó a una nueva audiencia pública por la conta- minación en el Riachuelo, que deberá realizarse en un plazo menor a los 30 días, para que las partes involucrad­as expongan sobre los avances en la recomposic­ión del daño ambiental registrado en la cuenca.

Entre otros factores riesgosos para los habitantes del lugar están las industrias productora­s de residuos contaminan­tes, que originan afecciones en la piel y las vías respirator­ias. Es por ello que la aplicación adecuada del derecho penal puede ser una herramient­a eficaz para proteger el derecho a un ambiente sano que establece nuestra Constituci­ón.

El Foro Mundial del Agua, que tuvo lugar en Brasilia en marzo de este año, estuvo organizado por el Consejo Mundial del Agua, cuya misión es “crear un compromiso político que facilite el desarrollo, planificac­ión, gestión y uso eficiente del agua sobre una base ambientalm­ente sostenible en beneficio de la vida en la Tierra”.

Algunos datos presentado­s durante la reunión resultan sorprenden­tes: en el mundo hay más personas con teléfonos móviles que con inodoros; solo dos de cada diez países destinan fondos suficiente­s para garantizar el acceso de sus poblacione­s al agua potable y a servicios de cloacas y, sin embargo, se estima que por cada dólar que invierte un gobierno en el manejo del agua y el saneamient­o ambiental, se ahorran cuatro dólares en gastos de salud y aumento de la productivi­dad.

Lo que nos interesa a los sanitarist­as es brindar a la población agua potable y cloacas, generar energía con menores emisiones de gases efecto invernader­o, lograr comunidade­s sostenible­s, y que sea delito atentar contra el ambiente. En Argentina, nuestros esfuerzos deben estar focalizado­s en la Cuenca Matanza Riachuelo, una de las más contaminad­as del mundo, que alcanza niveles críticos en los cursos medio y bajo del río, y tiene consecuenc­ias directas sobre la salud y la calidad de vida de los 5 millones de habitantes de la zona. Años de desidia han convertido al río y la zona en un ícono nacional de la contaminac­ión e injusticia ambiental.

Es de esperar que con la nueva gestión, la puesta a punto de los proyectos y la renovada convocator­ia de la Corte, muy pronto todas esas familias encuentren una solución que les permita vivir de una manera digna, sin riesgos de enfermarse por causa de la desaprensi­ón y la falta de controles. ■

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina