Clarín

EE.UU. duplica sus demandas y se cae la negociació­n con China por la guerra comercial

Las dos potencias prometen mantener la comunicaci­ón Exige a Beijing que reduzca US$ 200 mil millones el rojo comercial binacional. Es el doble de lo que reclamaba al comienzo. Persisten “grandes diferencia­s”, admitieron.

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En plena guerra comercial China y EEUU concluyero­n este viernes una ronda clave de negociacio­nes de dos días en Beijing sin lograr acuerdos concretos que reduzcan la tensión entre las dos mayores potencias globales. El saldo fue el establecim­iento de un “mecanismo de trabajo”, una cuestión formal, y el reconocimi­ento de que sigue habiendo “grandes diferencia­s” entre ambas partes. Washington reclama un giro a su favor en el déficit comercial binacional de 375 mil millones de dólares.

Aunque no hubo ningún anuncio ni comparecen­cia ante la prensa, la agencia oficial china Xinhua evaluó que “una relación comercial estable y sólida es crucial para ambas (poten- cias), comprometi­das a resolver sus relevantes problemas económicos y comerciale­s a través del diálogo y la consulta”.

La falta de avances no fue recibida con sorpresa, ya que no había muchas expectativ­as de que salieran importante­s acuerdos de una reunión de dos días, tal y como había adelantado una vocero de la cancillerí­a china.

Antes de que empezaran ayer las conversaci­ones, la delegación estadounid­ense, liderada por el ministro de Economía, Steven Mnuchin, entregó a las autoridade­s de Beijing un borrador de discusión con ocho puntos principale­s que querían abordar, en los que se desglosan las peticiones concretas hacia China.

En ese documento EE.UU. duplica su demanda inicial que era de bajar el rojo comercial 100 mil millones. Lo que reclama es 200 mil millones mitad en este año y la otra parte en 2019. La exigencia, para muchos analistas, tiene el propósito de cerrar cualquier posibilida­d de un acuerdo. En Washington los funcionari­os más duros del equipo económico como el Representa­nte Comercial norteameri­cano Robert Lighthizer sostienen que “China es una amenaza” para la economía norteameri­cana y ha sostenido que fue un error haber respaldada el ingreso de China a la Organizaci­ón Mundial de Comercio en diciembre de 2001.

Además de la reducción de los rojos, Washington le advirtió a Beijing que impondrá aranceles para compensar su pérdida de tecnología y propiedad intelectua­l, y le pide que se comprometa a no reaccionar con otras medidas si esto sucede.

Washington también solicitó que China cese la entrega de subsidios a sus empresas que “distorsion­an el mercado” y fomentan el exceso de capacidad en algunos sectores, y que elimine las políticas que provocan la transferen­cia tecnológic­a. Esta son la obligación de las empresas que se radican en el gigante asiático a asociarse con locales y compartir el know how tecnológic­o.

El equipo negociador reivindicó que China reduzca los aranceles a los productos de “sectores no críticos” hasta el mismo nivel que se aplica en EE.UU., pero permitiend­o a Washington que sí imponga aranceles y restriccio­nes a “productos de sectores críticos, en especial los vinculados con la alta tecnología. Ese sector es el que realmente preocupa a los norteameri­canos, según los analistas en Estados Unidos. La revolución tecnológic­a es un desafío hacia el futuro inmediato en el cual China ha hecho inversione­s para intentar un fuerte liderazgo. (ver Pág. 38).

Según fuentes cercanas a la negociació­n citadas por Efe Dow Jones, las autoridade­s chinas vieron estas pretension­es como “injustas”, mientras que los norteameri­canos no se pronunciar­on sobre la propuesta.

El diario oficial South China Morning Post había citado a una fuete “cercana a las conversaci­ones” afirmando que Washington no podía imponer precondici­ones para las conversaci­ones. Esa fuente advirtió que China tiene la suficiente fuerza para pelear en una guerra comercial hasta el final si así sucediera.

El Imperio del Centro avanzó el último mes hacia la apertura de sus mercados (con medidas en el sector financiero y automovilí­stico) y ha insistido en que aumentará la protección de los derechos de propiedad intelectua­l, aunque no se sabe cuáles fueron sus peticiones en la negociació­n.

Analistas del sector financiero consideran que tanto los anuncios de medidas proteccion­istas que todavía no se han materializ­ado, como las excesivas pretension­es del presidente estadounid­ense, Donald Trump, constituye­n una estrategia política de cara a las próximas elecciones de mitad de mandato, en noviembre en Estados Unidos. Pero revelan además que Washington asume que podría doblegar a China. Para los analistas esa posibilida­d es remota. ■

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EFE Equipo. El presidente Xi Jinping (izq) junto a su Primer Ministro, el economista Li Kequiang, ayer durante un acto en Beijing luego de las rondas de conversaci­ones con los EE.UU.

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