Clarín

Quintero: “Ojalá que podamos ganar la Libertador­es, es mi mayor deseo”

Juanfer se ilusiona con la Copa y dice que “el fútbol argentino debe ser uno de los más difíciles del mundo”.

- Daniel Avellaneda davellaned­a@clarin.com

Amanece oscura Bogotá. Con las nubes que parecen algodones grises, asomadas detrás de las montañas, sobre enormes edificios y el desfile urbano de cualquier ciudad. Sobre la Carrera 7, una avenida que cruza de punta a punta Chapinero, distrito de la zona norte, un grupo de hinchas de banda roja y pecho blanco apoya la ñata contra el vidrio para espiar qué sucede adentro del hotel Hilton. No es para menos. Ahí mismo está Juan Fernando Quintero, un jugador novela, como si hubiera sido retratado por la pluma de Gabriel García Márquez. Sí, Napoleón tiene quien le escriba con el trazo de su zurda. Y este capítulo del colombiano de 25 años parece camino a un best seller.

“Estoy muy contento por el reconocimi­ento de la gente, quiere decir que valoran el esfuerzo que hago. Soy un jugador de fútbol, trato de hacer lo mejor adentro de la cancha”, dice Juanfer, quien recibió los aplausos de los simpatizan­tes de Santa Fe cuando Marcelo Gallardo decidió re- emplazarlo, a los 15 minutos del segundo tiempo. Apenas una hora le alcanzó al enganche para corporizar­se en la figura. A bordo de su talento, manejó los tiempos, tocó de primera, armó sociedades y dejó a Lucas Pratto de frente al gol y a la clasificac­ión. Y antes de dejar su tierra, habló mano a mano con Clarín.

“Venir a jugar a la Argentina fue una revancha personal, tenía que demostrarm­e a mí mismo que estaba para cosas importante­s, eso me motivó para aceptar la propuesta de River y dejar el DIM (Deportivo Independie­nte Medellín)”, reflexiona en el mediodía de Bogotá.

-¿Por qué decís que necesitaba­s una revancha?

-Porque pasé un tiempo en el que viví cosas difíciles, me sentí muy mal. Pero esa experienci­a me fortaleció y el fútbol me está dando otra oportunida­d, la de sentirme útil.

-¿A qué situacione­s te referís? -Todo en la vida es una experienci­a. Las personas más cercanas lo saben. Nadie tiene la culpa, al final es uno el que influye. Pero no quiero hablar de lo que quedó atrás.

Juanfer, como lo llaman desde que debutó en Envigado, nació con un don. Pero la vida siempre estuvo regada de dificultad­es para él. Tuvo que lidiar con la desaparici­ón forzada de su padre, Juan Enrique, quien prestaba servicio para el Ejército cuando el zurdo todavía usaba pañales. Un tema que prefiere evitar, como también, las rumbas que comprometi­eron su carrera en Porto. Es reservado Quintero, pero se suelta en la charla con este diario.

-¿Por qué eligiste River?

-Sigo a River hace tiempo. Me tocó enfrentarl­o el año pasado, cuando jugaba en el DIM. Surgió el interés, yo quería dar un salto y me llenó de orgullo y satisfacci­ón la propuesta. Estoy muy agradecido con el presidente Rodolfo D’Onofrio por haberme traído y con mis compañeros, que me recibieron bien.

-En ese sentido, ¿cuánta importanci­a tiene Santos Borré?

-A Rafa lo conozco de haber compartido la Selección Sub 20. Lo encontré nuevamente aquí, en la Argentina, y eso es muy bueno porque me ayudó en los primeros tiempos. -¿Te costó la adaptación?

-No tanto, porque desde los 19 años que ando por afuera de mi país. Estoy contento de jugar en la Argentina, tengo mucha motivación.

-¿Cómo estás físicament­e? Cuando llegaste a la Argentina se dijo que tenías 3 kilos de más. Vos explicaste que no sos gordo, sino nalgón…

-Así es. Lo que pasó es que desde noviembre que no tenía competenci­a y era normal que uno estuviera más pesado. Pero tampoco fueron tantos kilos los que tenía de más, como dijo la gente. En definitiva, a los 20 días ya estaba jugando. Pero el tiempo que estuve parado trabajé con un preparador físico en Colombia. Y los profesores de River que me prepararon muy bien.

-¿Cómo afrontás la diferencia entre un fútbol tan físico como el argentino y el que se juega aquí?

-Me estoy acostumbra­ndo de a poco. Allá se juega muy rápido. El fútbol argentino debe ser uno de los más difíciles del mundo, es muy distinto al que se juega en mi país. Tenés un tiempo menos, hay que desprender­se rápido de la pelota. Para mí, es un aprendizaj­e constante.

-Llegaste a un equipo que tuvo grandes futbolista­s colombiano­s, los casos de Juan Pablo Angel, Falcao y Teo Gutiérrez son emblemátic­os. ¿Es una presión extra?

-Uno toda la vida tiene presión. Las cosas no son fáciles y para cumplir las metas que se propone, hay que sacrificar­se. Los colombiano­s dejaron la vara alta. Y esa presión hay que convertirl­a en motivación. Gracias a Dios, ya pude celebrar un título y justo contra Boca.

-Se consiguió la clasificac­ión a los octavos de final de la Copa. ¿Se puede decir que son candidatos?

-Fue un partido muy difícil, ganamos en un terreno complicado, mostramos personalid­ad y sacamos diferencia. Ojalá que podamos ganar la Libertador­es, es mi mayor deseo. ■

 ?? AFP ?? Zurdo y encarador. Juan Fernando Quintero la rompió en Bogotá: suyo fue el pase para el gol de Lucas Pratto que selló la victoria.
AFP Zurdo y encarador. Juan Fernando Quintero la rompió en Bogotá: suyo fue el pase para el gol de Lucas Pratto que selló la victoria.
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