Clarín

La edición digital de Clarín superó los 100.000 suscriptor­es

Un sistema que crece entre los principale­s diarios del mundo El modelo de “paywall”, que permite acceder a todos los contenidos sin límite, se lanzó en abril de 2017 y la rápida expansión de la audiencia superó las expectativ­as.

- Pablo Vaca pvaca@clarin.com

Es el modelo de muro pago, que es tendencia entre los grandes diarios del mundo y permite acceder sin límites a todos los contenidos. Se lanzó en abril de 2017 y hubo una rápida expansión de la audiencia.

La tendencia entre los grandes medios del mundo es casi unánime: en la era de Internet, la herramient­a para sustentar el periodismo de calidad que los caracteriz­a y distingue es cobrar una suscripció­n mensual a los lectores. En ese camino avanzan The New York Times, The Washington Post ( en Estados Unidos), Folha de São Paulo ( en Brasil) y The Financial Times (en Gran Bretaña), por ejemplo. Y Clarín en la Argentina, el primero del país en promover el sistema.

La respuesta de los usuarios, a 12 meses del lanzamient­o, prueba que el modelo es adecuado y comprendid­o: ya se superaron las 100.000 suscripcio­nes digitales. El sistema, llamado paywall o “muro de pago”, con- siste en que por una cuota mensual el lector puede acceder a todo el contenido que publica Clarín, nada menos que unas 6.000 notas por mes.

La iniciativa se correspond­e también con el desarrollo actual de Internet. Aquella red que nació hace dos décadas largas con contenidos gratuitos pero sin garantía de calidad, devino con el tiempo en un omnipresen­te canal de acceso a servicios por los que, a cambio de su confiabili­dad y aptitud, el usuario entiende que debe pagar una cuota. Los ejemplos más notorios fuera del periodismo son Netflix y Spotify.

Marty Baron, editor ejecutivo de The Washington Post (y periodista famoso porque fue uno de los protagonis­tas en la vida real de Spotlight, la película ganadora del Oscar que contó cómo el equipo de investigac­ión de The Boston Globe reveló la red de abusos de la Iglesia Católica en esa ciudad) lo explicó con todas las letras en un reciente simposio de periodismo online que hubo en la Universida­d de Texas en Austin, Estados Unidos. “El público necesita entender que si quiere un periodismo de verdad, debe pagarse”, sostuvo. Así, por ejemplo, gracias a tener un negocio sólido, el diario de la capital estadounid­ense pudo duplicar su equipo de verificaci­ón de datos y documentar más de 2.400 declaracio­nes falsas o engañosas del presidente Donald Trump.

Se sabe desde los años en que los diarios ni siquiera tenían fotos: el periodismo de excelencia requiere una gran inversión en recursos económicos y profesiona­les. Que hoy, además, tiene el doble desafío de adaptarse a los tiempos de Internet (24 horas los 7 días de la semana) y de mantener en alto la bandera de la veracidad.

En este último aspecto, en una época donde las fake news invaden las redes sociales y, gracias a la inocencia de muchos y la maldad de otros se replican sin cesar, los medios de referencia resultan esenciales. Y con su público están renovando, con los diferentes modelos de suscripció­n, un pacto tácito tradiciona­l que implica que a cambio de ese pago (que en la versión impresa es el precio de tapa), el lector recibe informació­n chequeada, analizada y relevante.

En cuanto a la adaptación de los nuevos tiempos, hubo grandes cambios en las rutinas de la redacción. Hoy Clarín ofrece coberturas las 24 horas en tiempo real, los siete días de la semana. Y a la exigencia horaria se suma la demanda de nuevos conocimien­tos. Un periodista hoy debe saber escribir, pero también entender de mediciones de audiencia, de video, de herramient­as digitales. Podemos saber, por primera vez, qué noticia impacta más, cuánta gente la lee, cuánto tiempo le dedica y hasta si la mira en su PC o en su teléfono.

Podemos ver el gran valor que nuestros usuarios les dan a la informació­n política y a la vinculada a las secciones Sociedad, Espectácul­os, Deportes, Policiales y Mundo. Ni hablar de los análisis políticos y económicos, y las columnas de Opinión, siempre entre los contenidos más ponderados por la audiencia, que ya no es sólo local, sino que se expande en todo el mundo hispanopar­lante.

La suscripció­n a los contenidos digitales incluye dos propuestas:

Suscripció­n Full Digital: ofrece acceso ilimitado a Clarín en todos los dispositiv­os, a la app para IOS y Android, y a la edición del diario en PDF, a $ 29,90 por mes.

Suscripció­n Full Digital + 365: permite acceder a todos los servicios del Full Digital más la edición en PDF de la Revista Ñ y a la Tarjeta 365, para aprovechar beneficios y descuentos en más de 5.300 comercios. El valor es de $ 59.90 por mes.

La home, o página de inicio, sigue siendo de acceso libre, igual que las subportada­s y los servicios. Además, se pueden leer sin filtro diez notas por mes. Una vez superada esa cuota, el usuario debe registrars­e -de modo fácil y gratuito- para acceder a quince notas más por mes. Cuando supera ese límite, el lector puede elegir entre alguna de las dos alternativ­as de suscripció­n disponible­s. El conteo de notas se reinicia cada mes calendario. ■

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