“Célibes involuntarios”, el grupo misógino que habría inspirado el ataque de Toronto
Odio. El joven que mató a 10 personas con una camioneta subió a Facebook mensajes contra las mujeres.
Alek Minassian, un joven de 25 años, atropelló el 23 de abril con una camioneta alquilada a los peatones de una céntrica calle de Toronto. El hombre, que fue arrestado poco después mientras suplicaba al policía que lo matara con un disparo en la cabeza, mató a 10 personas, ocho de ellas mujeres, y dejó además 15 heridos.
La investigación de la policía de Canadá, que pronto descartó el motivo terrorista, encontró en la cuenta de Facebook del autor del ataque –el más mortífero en Canadá en las últimas décadas– un mensaje misógino que él mismo había colgado en su perfil y en el que celebraba el inicio de la “revolución incel”.
Los “incels”, un término en inglés que significa célibes involuntarios, es un movimiento nacido en foros de Internet donde hombres que no han tenido relaciones sexuales con mujeres durante un largo tiempo expresan su odio hacia ellas. Protegidos por el anonimato que les concede la red, muchos de sus miembros emplean los debates para, por ejemplo, compartir maneras de vengarse de las mujeres, entre los cuales está el acoso, la violación o la muerte.
“Una vez seguí a una chica de 14 años después de preguntarle por una dirección (...) Ella empezó a sentir miedo y a alejarse de mí. (...) La sensación que tienes cuando persigues a una chica y se da cuenta de ello e intenta perderte (...). Esa es una buena sensación”, escribió presuntamente uno de estos hombres en una página y el mensaje fue compartido en Twitter.
“En vez de analizar sus sentimientos y hablar de sus problemas (los incels) pasan gran parte de su tiempo alimentando ideas realmente violentas sobre las cosas horribles que quieren hacerles a las mujeres y a los hombres sexualmente exitosos”, explicó el periodista Arshy Mann, de la revista digital LGBT con sede en Toronto Xtra, en una entrevista a la radio pública de Estados Unidos, NPR.
En sus inicios, era posible encontrar a “incels” discutiendo en servicios como 4chad o Reddit, donde publicaron debates con títulos como “Razones por las que las mujeres encarnan el mal”. Se trataba de un panfleto repleto de insultos y virulentos ataques contra el sexo femenino, y fue uno de los motivos por los cuales Reddit vetó a la comunidad de 40.000 miembros en noviembre de 2017.
En los estamentos de su página web (Incels.me), estos individuos se definen como “personas que no están en una relación ni han tenido relaciones sexuales en una cantidad significativa de tiempo, a pesar de numerosos intentos”. En ese reglamento, el administrador del foro (un tal SergeantIncel) deja claro que el grupo prohíbe la participación de mujeres, una norma que, según dice, no se debe a la misoginia sino al hecho de que “la mayoría de las mujeres no tienen problemas para encontrar parejas con quienes llevar a cabo actividades de índole sexual o romántica”.
En unas declaraciones a la cadena CNN publicadas después de que el movimiento fuera vinculado al autor del atropello en Toronto, el administrador de la página quiso distanciarse del ataque: “Ser incel no tiene ninguna relación con la violencia, la misoginia ni ninguna otra connotación negativa”.
Sin embargo, muchos de los miembros de la comunidad incel (más de 5.000 según su página web) no opinan lo mismo. Existen numerosos mensajes que, como Alek Minassian hizo con su texto en Facebook, veneran al “caballero supremo Elliot Rodger”. En 2014, este joven rico de 22 años mató a seis personas a tiros y dejó decenas de heridos en California antes de suicidarse. En un video subido en sus redes sociales antes de la masacre, Rodger explicaba su frustración por ser virgen, insultaba a las numerosas mujeres que lo habían rechazado, a quienes llamaba “stacys”, y se refería a los hombres que tienen una vida sexual activa como “chads”. Minassian confesó que quería “derrocar a todos los chads y las stacys”.
Rodger también dejó un extenso manuscrito autobiográfico, titulado “Mi mundo retorcido”, en el que describía su frustración por no poder encontrar novia, su odio hacia las mujeres y su desprecio por las minorías étnicas y las parejas interraciales (a pesar de que su madre era malaya china). El texto defendía especialmente una “guerra contra las mujeres”. El nombre de Elliot Rodger y Minassian aparecieron en varios debates los días siguientes al ataque de Toronto. Algunos de ellos celebraron la masacre.
La aversión a las mujeres que ostentan los incels ha provocado que el estadounidense Southern Poverty Law Center (SPLC, Centro legal para la pobreza sureña) añadiera la supremacía masculina a las ideologías incluidas en el mapa de odio este año. Para esta organización que defiende los derechos civiles, estos hombres se creen con el derecho de exigir sexo a las mujeres y consideran que las que se lo niegan están cometiendo un crimen condenable.
La masacre en Isla Vista perpetrada por Rodger fue el primer ejemplo de los peligros que representa esta “ideología nihilista”, según el SPLC, cuando se radicaliza. Después vino el asesinato de nueve personas de Chris Harper-Mercer, en un campus de Roseburg, Oregon, en 2015. Como Minassian, el joven de 26 años también se declaró seguidor de Rodger en un manifiesto en el que expresó su enojo por no tener novia.
Y en abril de este año llegó la tercera barbarie. “Las acciones parecen deliberadas”, declaró el jefe de la policía de Toronto. El tribunal imputó a Minassian 10 cargos de asesinato premeditado y otros 13 de intento de asesinato. El autor del ataque todavía no ha confesado el motivo –o al menos no ha trascendido a la prensa– que lo llevó a atropellar de forma letal a una decena de personas. Aparte del mensaje en Facebook, se sabe que Minassian, de origen armenio, acababa de graduarse en un programa de estudios informáticos. Según quienes lo conocen, es un joven reservado que padece algún tipo de “discapacidad social o mental”. ■
El movimiento crece en foros de Internet, en los que hombres que no han tenido relaciones con mujeres durante largo tiempo expresan su odio hacia ellas.