Clásico por tres
La obra que impulsa Carlos Rottemberg se llama Multitabarís Comafi y está en su etapa final. “Superpusimos una sala a la original y creamos otra en el subsuelo. Triplicaremos puestos de trabajo artístico y capacidad para el público. En definitiva, seguiremos apostando por nuestra cultura teatral como desde hace exactos 43 años”, afirma el “señor de los teatros”, también dueño de las salas de Corrientes 1283, entre otros espacios. Y agrega una coincidencia curiosa: “Ambos Multiteatros están ubicados a 282 metros del Obelisco”.
“Esperamos tener una sala de alta tecnología. Con relación a las obras, me gustaría que la gente salga del teatro de buen humor. Quisiera que los espectadores se encuentren con una obra que les hable sobre su vida, que los emocione y los haga sentir bien”, expresó Campanella.
A pocas cuadras de ahí, del otro lado del Obelisco, en Esmeralda y Corrientes se está terminando de construir otra torre en el mismo espacio que ocupaba el histórico Odeón. Era una sala emblemática que formó parte de un conjunto edilicio integrado por el Hotel Royal, la confitería Royal Keller y locales comerciales. Fue inaugurada en 1892 por iniciativa del empresario cervecero alemán Emilio Bieckert, con capacidad para 1.800 personas.
En 1985, el edificio fue declarado inmueble protegido “por su interés cultural y arquitectónico”, según la Ley 14.800. Sin embargo, en 1991 fue demolido y en su lugar se construyó una playa de estacionamiento. Hoy en Corrientes 780 están terminando de levantar la torre Odeón, con locales comerciales, cocheras y dos teatros para 400 espectadores aproximadamente, aunque aún no se sabe quiénes serán los empresarios teatrales que llevarán adelante ese proyecto.
Avanzando pocos metros por Corrientes y pasando el Gran Rex, la obra que realiza el empresario Carlos Rottemberg transita su etapa final. Está “multiplicando” al teatro Tabarís. “Mientras se recuperan su fachada, su sala original, escenario y camarines, se están construyendo otras dos salas de 400 plateas cada
una”, explica el hombre que ya había registrado la idea en 2000, cuando reconvirtió el Blanca Podestá en Corrientes 1283 y creó el Multiteatro.
Como empresario teatral, Rottemberg marca diferencia en sus proyectos. “Antes que empresario soy un viejo teatrista, yo no vendo ni un pochoclo adentro del teatro. Nosotros construimos un teatro sobre otro teatro, aunque comercialmente convenga más hacer otra cosa”.
Rottemberg indica que no construye torres ni cocheras, tampoco locales comerciales. Los espacios aéreos de sus teatros están libres. “Algunos ha- cen un teatro para cumplir con la ley que los obliga, pero tienen como verdadero propósito hacer un edificio de oficinas o cocheras. Entiendo que eso es aconsejable desde lo económico pero yo elijo hacer sobre un teatro otro teatro, y debajo del teatro, otro teatro más”, explica.
Dice que esta idea surgió en plenacrisis de 2001. “En lugar de llorar sobre la leche derramada, cuando los números no cerraban sentí que tenía dos caminos: o convertía el espacio en un templo o en cocheras, o bien aceleraba mi propia actividad y multiplicaba la posibilidad de mayor in-
greso. Me copié de los cines”.
Mientras tanto, la avenida Corrientes sigue cada vez más despierta, con sus luces brillantes. Madurando a través del tiempo con nuevas salas teatrales y a punto de estrenar veredas más anchas.
“Todos esos cambios en la avenida van a ser beneficiosos para nosotros también. Lo mismo que resurjan espacios con nombres históricos. A un empresario teatral siempre le conviene que haya más teatros”, dice Rottemberg.
Espectadores, actores y productores también estarán agradecidos. ■