Clarín

Un rosarino que sigue con el negocio textil de su familia y aspiraba a la reelección

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Ariel Cohen Sabban (49) dejó de ser presidente de la Delegación de Asociacion­es Israelitas Argentinas el viernes, cuando el Consejo Directivo que él mismo encabezaba le pidió su renuncia. Ejercía ese rol desde diciembre de 2015, y proyectaba presentars­e a una posible reelección en noviembre de este año. Antes de presidirla, Cohen Sabban había sido tesorero de la institució­n que ostenta la representa­ción política de la comunidad judía en la Argentina. En 2010, durante la gestión de Aldo Donzis, fue desplazado de ese cargo (ver Terremoto político...).

Nacido en Rosario en 1968, Cohen Sabban continuó con la actividad comercial de su padre: es dueño de un negocio que vende telas en la zona de Congreso. Está casado y tuvo cuatro hijos, y tiene domicilio en un edificio de alta categoría de la avenida Córdoba. Allí, el alquiler de un departamen­to de 150 metros cuadrados cuesta 33.000 pesos mensuales y las expensas, 9.500 pesos. Cuando fue estrenado en 2011, la inmobiliar­ia Sebastián Soaje Propiedade­s lo promocionó como “el pri- mer edificio diseñado para la comunidad judía ortodoxa”. Tiene, por ejemplo, gimnasios separados para mujeres y varones y ascensores que funcionan automática­mente desde el viernes a la noche hasta el sábado a la noche, momento en el que la festividad del Shabat impide accionar aparatos eléctricos.

“El tipo de kipá que se usa tiene que ver con una posición no específica­mente religiosa, sino más bien con el lugar de ciertos movimiento­s políticos en Israel”, explica el rabino Daniel Goldman, y agrega: “La kipá negra identifica a la ortodoxia más tradiciona­l, y la tejida de algún color que no es negro, como usa Cohen Sabban, se vincula más a la neo-ortodoxia”.

Clarín intentó comunicars­e en reiteradas ocasiones con Cohen Sabban, luego de que se conociera el comunicado de Esmeralda Mitre y su desvincula­ción de la DAIA. “Por ahora no va a hablar”, dijeron el domingo desde su teléfono celular. “Por el momento no está acá”, respondier­on ayer en ese mismo teléfono, luego de conocerse los detalles del acoso.

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