Clarín

Odebrecht: el juez estima “una ganancia ilícita de $ 790 millones”

- Daniel Santoro dsantoro@clarin.com

En su resolución, el juez Casanello estimó que los negociados en las obras de AySA en Paraná de las Palmas y Berazategu­i produjeron “una ganancia ilícita de hasta 790 millones de pesos” que benefició a los ex funcionari­os, a Odebrecht y las empresas privadas intervinie­ntes.

Por esa razón tomó una medida con muy pocos antecedent­es en la justicia federal: no solo embargó a las personas físicas, sino también a las personas jurídicas como Odebrecht, Camargo o Esuco. No aplicó la flamante ley que penaliza la corrupción privada porque los hechos ocurrieron antes de la sanción de la nueva ley el año pasado, sino el artículo 23 del Código Penal que permite el re- cupero de ganancias ilícitas.

Casanello ya había aplicado este criterio en el 2017 con el procesamie­nto de Lázaro Báez en la causa de la ruta del dinero K, pero ahora lo amplió y perfeccion­ó al punto de que ya pidió la tasación de los bienes de los principale­s imputados. Aunque el Senado por la negativa de senadores peronistas no aprueba la ley de extinsión de dominio, varios jueces federales están alimentand­o con sus fallos esta tendencia a favor de tratar de recuperar el dinero eventualme­nte robado al Estado.

La “ganancia ilícita” la calculó sobre el hecho de que, por ejemplo, la planta potabiliza­dora del Tigre se ofertó por 1.893 millones de pesos y se pagó 2.224 millones mientras que la planta depuradora de Berazategu­i se ofertó por 481 millones y se pagó 851 millones. En las variacione­s de precios se sumaron, por ejemplo, en la mega obra de Paraná de Las Palmas el costo de la pavimentac­ión de los caminos de acceso que, a criterio del magistrado, deberían haber corrido como gasto de los adjudicata­rios del contrato. Los embargos a los procesados van desde 223 a 790 millones. Esas cifras surgen de sumar el aumento de los precios de las obras más los gastos de otros trabajos que se agregaron después de la licitación, explicaron fuentes judiciales a Clarín. Luego de aceptar el pedido de la titular de la Oficina Anticorrup­ción, Laura Alonso, de llamar a indagatori­a al “Corcho” Rodríguez y sus socios uruguayos por una cuenta en Montevideo a nombre de la empresa fantasma Sabrimol que recibió 11 millones de dólares de Odebrecht, el juez dijo que se estudia si la administra­ción infiel de los funcionari­os “haya tenido una motivación venal: la entrega y recepción de dádivas”. Por esa razón, los ex funcionari­os ya tienen inhibidos sus bienes para que no puedan insolventa­rse en forma fraudulent­a y ahora se espera que las empresas presenten un seguro de caución para poder seguir operando. ■

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