Clarín

Habló Illarraz y dijo que es víctima de un “plan orquestado por un celoso”

Pidió la palabra antes del comienzo de los alegatos. La semana próxima podría estar la sentencia.

- Erico Vega santafe@clarin.com

En una declaració­n sin pruebas, el sacerdote Justo José Illarraz, amplió su indagatori­a y dijo ser víctima de un plan para perjudicar­lo, negó los abusos y señaló que fue denunciado por celos y envidia. Esto fue lo que fuentes del caso señalaron a Clarín sobre su testimonio en el juicio por abuso y corrupción de menores en el Seminario Nuestra Señora del Oráculo de Paraná ocurridos entre 1985 y 1993.

Fue la última jornada de debates y el sacerdote pidió ampliar su declaració­n indagatori­a para remarcar que “es inocente, que se trata de una causa armada para perjudicar­lo y que una víctima fue parte de ese plan porque estaba fascinado por él”. La referencia era hacia Hernán Rausch, el ex seminarist­a que encabezó las denuncias contra el cura.

Illaráz admitió que “las cartas en las que confesó los abusos las escribió por presión; que alguien lo presionó para cerrar la investi- gación interna porque si no perdía el sacerdocio”, indicó el fiscal Francisco Ramírez Montrull. Aquellas presiones habrían venido del actual cardenal, por entonces obispo, Estanislao Karlic. Este último, en su declaració­n por escrito, admitió en la justicia que Ilarraz le reconoció la culpabilid­ad de los hechos. “No me sorprendió lo que dijo, son manotazos de ahogado”, le dijo a Clarín Marcos Rodríguez Allende, uno de los abogados querellant­es.

Durante todo el proceso, Ilarraz fue tomando apuntes de cada declaració­n. Ayer respondió denuncia por denuncia, lo que le llevó más de una hora y media de exposición. “Llegó a decir que fue por imitación, por celos o envidia hacia él. Cuando le preguntamo­s por qué creía que pergeñaron esto contra él, dijo que era porque sentían fascinació­n por su persona”, señaló un abogado querellant­e.

Illaráz esperó al último día antes de los alegatos para ampliar su testimonio y tildar de mentirosos a los siete denunciant­es, “como parte de un plan en contra suya y del actual obispo Juan Puiggari”.

En ese intento de involucrar al obispo de Paraná, fuentes del arzobispad­o vieron “una estrategia para embarrar la cancha” tras los mensajes que viene dando el arzobispad­o sobre el caso, que en el último tiempo “pidió perdón a las víctimas y exigió que se haga justicia con aquellos que sufrieron tanto”.

La jornada de ayer tuvo un revés para Ilarraz. Sergio Romero, ex seminarist­a, no estaba entre los testimonio­s previstos para el juicio. Pero uno de los testigos lo nombró y la querella solicitó su presencia. “Fue dejar de correr, de escaparme, dejar que ese monstruo salga”, dijo tras su declaració­n. Actualment­e reside en el sur del país y dejó su Entre Ríos natal porque “no podía convivir con eso. Veía un auto parecido al de Illarraz y me agitaba”, agregó.

El juicio por abuso y corrupción, delitos que ocurrieron entre 1985 y 1993, está llegando a su etapa definitori­a. Hoy y mañana se conocerán los alegatos. La semana próxima la sentencia. La Fiscalía pedirá 25 años de prisión. ■

 ??  ?? En la Justicia. El sacerdote Illarraz al salir de una de las audiencias del juicio en su contra por abusos.
En la Justicia. El sacerdote Illarraz al salir de una de las audiencias del juicio en su contra por abusos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina