Dos salideras bancarias con golpes, tiros y heridos en menos de 24 horas
En Mar del Plata asaltaron a una mujer que acababa de retirar todos sus ahorros: 48 mil dólares. Le pegaron y la arrastraron por el piso, a cinco cuadras del banco. En La Plata, balearon a un jubilado en la puerta de la casa central del Banco Provincia.
En menos de 24 horas, dos ciudades bonaerenses fueron escenario de violentas saldieras bancarias que incluyeron golpes, tiros y heridos. En ambos episodios intervinieron policías que estaban en la zona, pero no lograron atrapar a los ladrones.
El primer asalto ocurrió el martes al mediodía en Mar del Plata. Gloria Cusimano (67) fue hasta la sucursal del Banco Francés ubicada en 12 de Octubre y Figueroa Alcorta, en el barrio del puerto, y dijo que quería hacer un “rescate” de dinero de un plazo fijo que se le había vencido. “Yo dije, me la voy a llevar por la inseguridad, por el corralito, por el dólar, no hay seguridad de nada, no sé qué hacer. Al menos la saco, le doy una parte a mi hijo, otra a mi hija y la disfruto”, explicó ayer la mujer.
Como era una suma importante, pidió que le avisaran cuándo podía hacer la operación. El gerente se mostró predispuesto: “¿Quiere retirarlo ahora?”, le propuso, y la derivó a una caja. “Una chica contó todos los dólares y me los dio como quien da dos caramelos. Los puse en la cartera y me fui, porque nadie, absolutamente nadie sabía”, relató la mujer.
Minutos después, Cusimano ya tenía en su poder los 48 mil dólares de su cuenta. Se subió a su auto y reco- rrió cinco cuadras hasta el comercio de su hija. Estacionó sobre la calle Padre Dutto, a 20 metros del local. Cuando bajó del coche fue atacada por un ladrón que caminaba por la vereda. La víctima advirtió la situación y quiso escapar, pero no pudo. “Me golpeó por todos lados, me tiré en medio de la calle, y él se tiró detrás mío como un lagarto. Pensé que me mataba. Una camioneta y un taxi frenaron, pasaron, me miraron y siguieron”, contó la víctima.
Luego del asalto, la mujer intentó perseguir al ladrón junto a un grupo de vecinos. Lo mismo hizo una policía de la comisaría 3°, ubicada a solo media cuadra del lugar del robo. “La chica policía lo corrió y lo tuvo a un metro, y me dijo que no le podía tirar, porque si tiraba iba presa”, contó Cusimano, indignada. El asaltante se subió a una moto y huyó. Hasta anoche no había sido detenido.
El violento robo quedó registrado por una cámara de seguridad de la cuadra. La víctima decidió publicar las imágenes en las redes sociales y, según relató, recibió un reproche de la Policía. “Vino el comisario a decirme por qué habíamos subido las imágenes. Pero yo decidí darlo a conocer porque me siento totalmente desprotegida”, explicó la mujer.
Ayer a la mañana, un día después del robo a Cusimano, Osvaldo Calcaterra (65) fue a la casa central del Banco Provincia de La Plata a retirar di- nero. Aunque no trascendió el monto, fuentes del caso aseguraron que sería de varios miles de pesos. El cliente salió de la sucursal con una mochila y fue sorprendido por un ladrón. Hubo forcejeos y disparos. La víctima recibió dos balazos en su pierna izquierda y tuvo que ser trasladado al hospital San Martín.
El robo fue tan audaz como arriesgado. A esa hora, el banco -ubicado en la calle 7, entre 46 y 47, en una zona llena de edificios públicos- está rodeado de policías. Uno de ellos comenzó a perseguir al asaltante, que arrojó el bolso con la plata a unos metros, pasó a toda velocidad por el frente de la Facultad de Económicas y llegó a 6 y 48. En ese lugar, estacionado en doble fila, estaba Matías Nahuel Calandria (26), un agente que llevaba a su esposa embarazada a completar un trámite a la dirección de Servicios Sociales de la Bonaerense. El ladrón apuntó con la pistola 9 milímetros que uso para el robo a Calandria y le pidió que bajara de su Volkswagen Gol.
La esposa del policía bajó desesperada a pedir ayuda. “El tipo sacó el arma de una campera negra y me apuntó a la cabeza. Cuando bajé y vi la oportunidad intenté detenerlo. Forcejeamos y en eso llega el agente que lo seguía. En la confusión pudo subir al coche y salir”, contó Matías.
Allí otra vez hubo un enfrentamiento. Calandria y su compañero dispararon, pero no lograron detener al asaltante. El coche apareció media hora después, a 10 cuadras del lugar. Al cierre de esta edición el asaltante seguía prófugo.
El martes, también antes del mediodía, hubo otra salidera. Un cliente del Bapro fue atacado en 5 y 47 y le sacaron un morral con 37 mil pesos. El robo terminó sin heridos. ■