Ahorristas que salen de las Lebacs, detrás de esta nueva escapada
Demanda minorista . Venden cuota-partes de fondos comunes
El dólar apuró el paso en su ascenso, hasta coquetear con los 24 pesos, porque el nerviosismo ahora también llegó al inversor minorista. Es el que -como suele ocurrir en estos días llenos de incertidumbre- demanda más dólares cuanto más caro se pone.
En estos días la demanda viene motorizada, en parte, por ahorristas que ya no miran tanto la tasa de interés en pesos, por más atractiva que luzca.
Y el fenómeno que se está produciendo es que quienes eligieron ahorrar en Lebacs, sobre todo a través de fondos comunes que están al alcance de un doble click en la web homebanking de cualquier entidad, aceleraron el rescate de sus inversiones. Esto obligó a los administradores de fondos a vender Lebacs para hacer frente a esos pedidos. Se calcula que estos fondos perdieron cerca de 50.000 millones en lo que va del mes.
Buena parte de los pesos que presionaron sobre el valor del dólar salieron de ahí. El ahorrista que recibió los fondos de sus cuota-partes hizo otra vez doble click, pero esta vez para comprar dólares. No es que el inversor minorista es el que llevó el dólar a los precios que se vieron ayer. Pero sí que aportó una parte importante de la demanda de verdes. En líneas generales, la demanda es pareja porque a partir del anuncio de que se busca un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, se instaló con un alto grado de certeza el hecho de que el FMI no querrá firmar los papeles si hay un tipo de cambio bajo o atrasado. Simplemente porque no le gustaría que los dólares que le prestará al Gobierno se usen para financiar a un tipo de cambio “atrasado” la dolarización de los portafolios.
El problema es que nadie sabe cuál es el dólar de supuesto “equilibrio”. Naturalmente, quien hoy tiene dólares en su poder hace un análisis similar. Pero hasta que no visualice cuál será ese precio de equilibrio, no vende.
La idea que tienen muchos analistas es, entonces, es que el Gobierno soltó, o está soltando, el ancla cambiaria, para que el dólar recupere la posibilidad de flotar lo más libremente posible. No es una flotación libre: como se vio este viernes, el Central vendió 1.100 millones de dólares para frenar la escalada del día. Eso también desorienta al mercado. ■