La Justicia dictó la quiebra a Oil, la petrolera de Cristóbal López
El juez Cosentino la dejará operando por un mes, y la semana próxima oirá ofertas de posibles compradores.
Cristóbal López perdió su principal empresa. Tras un proceso de salvataje que no tuvo la respuesta esperada, el juez comercial Javier Cosentino dictó la quiebra de la compañía petrolera que se volvió inviable. Oil Combustibles SA es el principal activo Grupo Indalo, y accionaria mayoritaria de los medios de comunicación. La quiebra es “con continuación de la explotación de la empresa por 30 días para garantizar fuentes de trabajo”, tal como había contado Clarín. En septiembre, el empresario K y los salientes administradores deberán explicar al juez por qué la empresa llegó a esta situación.
Fue por años el corazón del Grupo Indalo, su principal proveedora de préstamos y el activo más valioso, pero Oil Combustibles, finalmente quebró. Con sus dueños -Cristóbal López y Fabián De Sousa- presos por defraudar al Estado, comienza ahora un período de evaluación de ofertas sobre los bienes de la empresa: el juez otorgó 72 horas para las empresas interesadas en adquirir la compañía.
Quienes quieran comprar Oil, deberán estar constituidos como sociedad anónima y “demostrar capacidad técnica y antecedentes que per- mitan comprobar fehacientemente capacidad e idoneidad para la comercialización y producción de combustibles y derivados”.
Junto con la oferta, los privados interesados deben presentar un “plan de negocios con los recursos humanos que ocuparía, los fondos que aplicaría y un cronograma de actividades, indicando cuántos empleados piensa mantener del plantel de Oil”.
La petrolera emplea a 400 trabajadores, cuenta con una red de 360 estaciones de servicio, una importante flota de camiones y vehículos, un puerto, la refinería e inmuebles, entre otras propiedades, pero además es dueña de acciones de otras empresas del Grupo Indalo, como los medios de comunicación.
Como en un juego de muñecas rusas, que se van encastrando unas dentro de otras, en los papeles que tiene el juez Cosentino figura que la empresa Telepiú es la controladora de C5N. Y que el 80% de Telepiu es de South Media Investments, de la cual el 94,34% es de Oil Combustibles.
Se inicia ahora una etapa de desmembramiento de la empresa. Los interesados ya no deben adquirir -como en el salvataje-, toda la compañía, sino que podrán ofertar sólo por el activo que les resulte más beneficioso. Entre las firmas interesadas en activos de Oil está YPF, según confirmaron a Clarín fuentes oficiales.
El calendario comenzó a correr y el juez aclaró que “debe primar a partir de ahora y en adelante la preservación del patrimonio de la deudora que, constituye -nada más ni nada menos- que la prenda común de los acreedores”.
A su vez, remarcó que “ante la preservación de las fuentes laborales y la cuestión ambiental (por la refinería)”, se dictó la quiebra con la continuidad de la explotación durante 30 días más. En todo este proceso, se extendió la intervención de la firma por un mes más.
Según señaló Cosentino, la cooperativa creada por los trabajadores de Oil no quedarán afuera de la compulsa de ofertas, siempre y cuando obtenga el visto bueno de la Secretaría de Energía y se los inscriba en el Registro de Empresas Petroleras. En septiembre además, López, De Sousa y los salientes administradores Ignacio Rosner y Santiago Dellatorre deberán presentarse ante el juez y dar explicaciones del estado de la compañía.
La petrolera Oil fue utilizada por López para no pagar a la AFIP el Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC) durante el último gobierno de Cristina Kirchner. La deuda ascendió a 8.000 millones de pesos (a la fecha más de 17.000 mil millones) y con dichos fondos -que mes a mes debían tributarse- el empresario K “se financió y amplió su conglomerado” adquiriendo más firmas, según corroboró la Justicia. ■