El FMI analizará el pedido de stand-by desde el viernes: hablan de un rápido acuerdo
El anuncio lo hizo el vocero del Fondo. Se estima que el directorio daría su respuesta en unas pocas semanas.
El Fondo Monetario Internacional dijo ayer que su objetivo es alcanzar “un acuerdo rápido” para ayudar a la Argentina y que el directorio del organismo se reunirá este viernes con ese fin. Aclaró, también, que el FMI apoya un tipo de cambio libre, ante versiones de que estaría presionando por un determinado nivel del peso para otorgar un préstamo.
Gerry Rice, el vocero del Fondo Monetario Internacional, declaró: “El personal del FMI continúa el diálogo con las autoridades argentinas con el fin de lograr un programa respaldado por el Fondo. Nuestro objetivo común es llegar a un rápido acuerdo en estas negociaciones. La reunión del Directorio Ejecutivo del FMI sobre Argentina está programada para el viernes 18 de mayo”.
El vocero señaló que “será una reunión informal que hace parte del proceso usual en el FMI de informar al Directorio Ejecutivo sobre negociaciones de programas de alto acceso”. El encuentro del “board” iniciará oficialmente el proceso de petición del acuerdo, cuya concreción no será inmediata. Desde Hacienda anticiparon que podría durar “hasta 6 semanas”, quizás para reducir ansiedad en los mercados. El plazo podría efectivamente acortarse a dos o tres semanas y el comunicado de ayer expresa que buscarán acelerarlo.
Una delegación de funcionarios argentinos estuvo la semana pasada en Washington para negociar un acuerdo stand-by de alto acceso, cuyos de- talles no han trascendido oficialmente, porque recién se están conversando. El monto podría ser desde 20.000 millones de dólares o aún más (en Wall Street señalan que unos 50.000 millones darían más “confort” a los mercados) y podría ser desembolsado o quedar a disposición en forma “preventiva” para ser activado si la Argentina lo solicita.
El diálogo con las autoridades argentinas ha sido “fluido”, dicen desde el FMI, y señalan que va a continuar esta semana en Washington, sin aclarar qué día vendrá la delegación desde nuestro país, que probablemente no cuente con la presencia del ministro de Hacienda, Nicolas Dujovne, que el jueves y viernes mantuvo reuniones con el subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro, David Malpass, y la directora del FMI, Christine Lagarde, entre otros.
Ante versiones que indican que el FMI estaría solicitando un nivel de cambio determinado como condición para llegar un acuerdo, un vocero del organismo aclaró que la Argentina tiene un “tipo de cambio flotante, determinado por el mercado, y nosotros apoyamos eso”. Agregó que las autoridades del organismo “están comprometidas con ese régimen cambiario como un punto clave del marco de las metas de inflación”.
“El FMI no ataría condicionalidad a ningún nivel particular del tipo de cambio como parte de un programa y el FMI no ha discutido ningún objetivo específico para el tipo de cambio”, agregó. Además, el vocero aclaró que el valor de cambio “debe continuar determinado por las fuerzas del mercado, mientras que el Banco Central debe seguir utilizando todas sus herramientas políticas que estén a su disposición”.
La aclaración del Fondo viene a cuenta de algunas versiones que corrieron sobre que el FMI podría exigir una mayor devaluación del peso para comenzar a cerrar el déficit de cuenta corriente que tiene el país, un tema que ya habían advertido los técnicos del organismo el año pasado cuando visitaron la Argentina en el marco del Artículo IV, la tradicional revisión de la economía que hace el organismo de sus miembros. En ese informe advertían que el peso estaba sobrevaluado entre un 10 y 25%.
Se estima que las condiciones para el préstamo podrían llegar más bien por el lado de un ajuste al déficit fiscal o de las políticas monetarias. En ese sentido es importante el aval que Estados Unidos otorgó al Gobierno y la llamada de ayer de Trump a Macri con el respaldo a los “esfuerzos económicos” argentinos ( ver pág. 8). EE.UU. tiene gran poder en el directorio del FMI, proporcional a la cuota que aporta, y su voto puede ser decisivo para el acuerdo. ■