Clarín

Polémica por el fallo que consideró que no hubo abuso sexual del menor

- Mariano Gavira

El caso de la maestra particular de 23 años que tuvo un hijo con su alumno de 14 años y luego absuelta por la Justicia genera debate entre los especialis­tas. Están los que piensan que la decisión de la Justicia fue acertada y los que creen que -por el contrariof­ue un error.

“Estoy completame­nte de acuerdo con el fallo”, afirma Eduardo Gerome, abogado penalista: “Por las caracterís­ticas del hecho, no caben dudas de que el chico no tenía inmadurez. La única posibilida­d de que el código castigue a este caso como abuso sexual es cuando se aprovecha la inmadurez, algo que no ocurrió”.

Según se conoció, la maestra, luego de haber quedado embarazada, les pidió a los familiares del chico si podía ir a vivir con ellos, algo que ocurrió. “A tal punto tenía una relación consentida que continuó con el tiempo, no sólo fue consentida entre ellos, sino también por los familiares. Conviviero­n por un largo tiempo y fue recién cuando ella se fue de la casa que decidieron denunciarl­a. Fue hecho pensado en la venganza, no por el derecho del menor”, analizó Gerome en diálogo con Clarín.

A la hora de explicar la madurez sexual de una persona, el abogado dijo que para eso se tienen en cuenta distintas conductas: “La madurez sexual es cuando se sabe perfectame­nte lo que se está haciendo, los alcances, cómo se hace, para qué. Es un pensamient­o adulto. En este caso no se aprovechó de su inocencia, él sabía en qué consistía lo que hacía”.

Cuando fue consultado por la po- sibilidad de que la situación se hubiese dado al revés -es decir el docente un varón y la alumna una menor de edad- Gerome dijo que judicialme­nte debería ser igual, aunque condicionó el final debido a la mirada social que hay sobre estos temas: “En este momento hay una mirada más aguda respecto al abuso de mujeres y no sé si pasaría exactament­e lo mismo”.

En la vereda opuesta, el también abogado Julio Cesar Torrada opinó que el fallo es una aberración: “En la legislació­n argentina no hay discernimi­ento, es decir que una persona a esa edad no puede dar su consentimi­ento porque no lo tiene”.

Partiendo de esa base, el especialis­ta en violencia de genero, abuso y maltrato infantil dijo también que al ser la mujer adulta también docente lo hace un agravante en la causa: “Porque ella es una figura de autori- dad y que tiene la responsabi­lidad de formar y educar a un menor”.

Cuando se le consulta sobre el consentimi­ento de los familiares, Torrada afirma que eso no significa nada: “Hay casos de padres profesiona­les que, orgullosos, felicitan a su hija menor de edad cuando sale con algún jugador de fútbol por ejemplo. Conozco casos así en el interior y eso no significa que esté bien. Con ese criterio hay chicas de esa edad que ya están desarrolla­das, pero no por eso pueden consentir con mayores para tener sexo”.

Sobre el fallo, Torrada, que es fundador de la Organizaci­ón Vivas Las Queremos, insistió: “Con esta resolución se sienta un peligroso antecedent­e. El abuso existe cuando se violenta la integridad sexual de un menor, algo que acá sí pasó”. ■

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