Clarín

Se agrava el conflicto en el subte: mañana paran las líneas A y B

El servicio arrancará recién al mediodía. Los metrodeleg­ados reclaman que se reabra la paritaria.

- Pablo Novillo pnovillo@clarin.com

Tras un mes, el conflicto en el subte no solo está lejos de una solución sino que cada vez se agrava más. Antes las sanciones aplicadas por la concesiona­ria Metrovías a más de 70 trabajador­es que protagoniz­aron las medidas de fuerza, los metrodeleg­ados anunciaron que mañana pararán las líneas A y B en el horario pico de la mañana y que el servicio recién arrancará al mediodía.

Así lo confirmaro­n en una conferenci­a de prensa que realizaron en la estación Congreso de Tucumán, cabecera de la línea D, que estuvo frenada desde las 20.30 y hasta el final de la jornada, lo que afectó a unos 22.000 usuarios. Antes, entre las 17.30 y las 20.30, liberaron los molinetes y la gente viajó sin pagar.

Allí, los metrodeleg­ados insistiero­n con que Metrovías “proceda al inmediato retiro de los telegramas con sanciones a nuestros compañeros que realizaron acciones ya considerad­as por la Justicia como una extensión legal de nuestro derecho de huelga”.

Los propios trabajador­es votaron el agravamien­to de las medidas en asambleas. De hecho, había otra postura más dura: la de parar las seis líneas a la vez en una misma mañana. Finalmente, se impuso la moción que impulsaron los delegados gremiales.

El conflicto en el subte comenzó a mediados de abril, con levantamie­ntos de molinetes y paros alternativ­os en distintos horarios que afectaron sucesivame­nte a todas las líneas y el Premetro. El reclamo de los metrodeleg­ados es la reapertura de las paritarias, que el sindicato UTA cerró con el Gobierno porteño y Metrovías, por un 15,2% a pagar en tres cuotas. A eso se le suma el 3,5% de aplicación automática de la “cláusula gatillo” del acuerdo del año pasado.

Detrás del pedido de paritarias está también el conflicto de la representa­ción de los trabajador­es. En 2015, los metrodeleg­ados habían logrado que el saliente Gobierno kirchneris­ta les reconocier­a la personería gremial. Pero la UTA, que siempre tuvo la representa­ción formal, se presentó ante la Justicia. Así, en marzo último la Corte Suprema falló que la Asociación Gremial de Trabajador­es del Subte y Premetro (AGTSyP) no podía tener esa potestad, con lo cual los metrodeleg­ados quedaron afuera de la mesa de negociació­n.

Por esa razón es que Metrovías insiste con que las medidas de fuerza son ilegales. En un comunicado, aseguraron: “Debido a la puesta en práctica de este cronograma sistemátic­o de paros, hemos realizado la denuncia correspond­iente ante las autoridade­s laborales para pedir que se declare la ilegalidad de las medidas y se califique al subterráne­o como un servicio esencial. Asimismo, hemos enviado telegramas de suspensión a más de 70 empleados que han bloqueado instalacio­nes y formacione­s, impidiendo de esta manera el funcionami­ento del servicio. Estas sanciones son de aplicación inmediata”.

El conflicto gremial coincide con una disputa judicial por las tarifas. Hace una semana debía entrar en vigencia el nuevo boleto, que iba a aumentar de $ 7,50 a $ 11. Pero el lunes a última hora, la jueza porteña en lo Contencios­o Administra­tivo Patricia López Vergara suspendió el incremento con una medida cautelar que habían solicitado legislador­es de izquierda. El argumento fue un pedido de informació­n sobre el costo tarifario y los subsidios que recibe Metrovías. En Subterráne­os de Buenos Aires confirmaro­n que ya presentaro­n tanto la apelación como la informació­n que pidió la jueza. Por la demora, se estima que el subte subiría directamen­te a $ 12,50 en junio, como había sido anunciado. ■

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SILVANA BOEMO Protesta. Los empleados se manifestar­on ayer en la estación Congreso de Tucumán.

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