Se agrava el conflicto en el subte: mañana paran las líneas A y B
El servicio arrancará recién al mediodía. Los metrodelegados reclaman que se reabra la paritaria.
Tras un mes, el conflicto en el subte no solo está lejos de una solución sino que cada vez se agrava más. Antes las sanciones aplicadas por la concesionaria Metrovías a más de 70 trabajadores que protagonizaron las medidas de fuerza, los metrodelegados anunciaron que mañana pararán las líneas A y B en el horario pico de la mañana y que el servicio recién arrancará al mediodía.
Así lo confirmaron en una conferencia de prensa que realizaron en la estación Congreso de Tucumán, cabecera de la línea D, que estuvo frenada desde las 20.30 y hasta el final de la jornada, lo que afectó a unos 22.000 usuarios. Antes, entre las 17.30 y las 20.30, liberaron los molinetes y la gente viajó sin pagar.
Allí, los metrodelegados insistieron con que Metrovías “proceda al inmediato retiro de los telegramas con sanciones a nuestros compañeros que realizaron acciones ya consideradas por la Justicia como una extensión legal de nuestro derecho de huelga”.
Los propios trabajadores votaron el agravamiento de las medidas en asambleas. De hecho, había otra postura más dura: la de parar las seis líneas a la vez en una misma mañana. Finalmente, se impuso la moción que impulsaron los delegados gremiales.
El conflicto en el subte comenzó a mediados de abril, con levantamientos de molinetes y paros alternativos en distintos horarios que afectaron sucesivamente a todas las líneas y el Premetro. El reclamo de los metrodelegados es la reapertura de las paritarias, que el sindicato UTA cerró con el Gobierno porteño y Metrovías, por un 15,2% a pagar en tres cuotas. A eso se le suma el 3,5% de aplicación automática de la “cláusula gatillo” del acuerdo del año pasado.
Detrás del pedido de paritarias está también el conflicto de la representación de los trabajadores. En 2015, los metrodelegados habían logrado que el saliente Gobierno kirchnerista les reconociera la personería gremial. Pero la UTA, que siempre tuvo la representación formal, se presentó ante la Justicia. Así, en marzo último la Corte Suprema falló que la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) no podía tener esa potestad, con lo cual los metrodelegados quedaron afuera de la mesa de negociación.
Por esa razón es que Metrovías insiste con que las medidas de fuerza son ilegales. En un comunicado, aseguraron: “Debido a la puesta en práctica de este cronograma sistemático de paros, hemos realizado la denuncia correspondiente ante las autoridades laborales para pedir que se declare la ilegalidad de las medidas y se califique al subterráneo como un servicio esencial. Asimismo, hemos enviado telegramas de suspensión a más de 70 empleados que han bloqueado instalaciones y formaciones, impidiendo de esta manera el funcionamiento del servicio. Estas sanciones son de aplicación inmediata”.
El conflicto gremial coincide con una disputa judicial por las tarifas. Hace una semana debía entrar en vigencia el nuevo boleto, que iba a aumentar de $ 7,50 a $ 11. Pero el lunes a última hora, la jueza porteña en lo Contencioso Administrativo Patricia López Vergara suspendió el incremento con una medida cautelar que habían solicitado legisladores de izquierda. El argumento fue un pedido de información sobre el costo tarifario y los subsidios que recibe Metrovías. En Subterráneos de Buenos Aires confirmaron que ya presentaron tanto la apelación como la información que pidió la jueza. Por la demora, se estima que el subte subiría directamente a $ 12,50 en junio, como había sido anunciado. ■