Gimnasia volvió a ganar después de 75 días y espera a Troglio
El mini ciclo de Darío Ortiz como técnico interino de Gimnasia tuvo saldo favorable: cortó la racha de 6 derrotas consecutivas, sumó dos empates (ante Independiente, en Avellaneda, y ante el campeón Boca) y anoche volvió al triunfo después de 75 días. La última victoria había sido el 26 de febrero: 1 a 0 a San Lorenzo.
En esta tribu del Indio Ortiz sobró actitud y amor propio. Y además preparó a varios pibes para que tenga en cuenta Pedro Troglio, quien estuvo en un palco, hoy será presentado oficialmente y mañana arrancará su nueva etapa en Gimnasia.
Una muestra fue la de su propio hijo, Nicolás Ortiz, marcador central de 1,87 metro de altura, debutante y autor del gol que abrió la victoria de Gimnasia. Formado en las Inferiores, con un paso a préstamo por Sportivo Estudiantes de San Luis en 2016. Terminaba el primer tiempo y Faravelli se encargó de patear un tiro libre originado en una falta que le cometieron a él mismo. Dibble la tocó hacia el segundo palo y allí apareció con libertad y confianza Nicolás Ortiz para meter el zurdazo goleador.
Apenas tres minutos antes, Newell’s había tenido su gran chance con un muy buen pase de Figueroa para que el frentazo direccionado de Leal pegara en un poste.
Poco habían ofrecido dos equipos muy similares dentro y fuera de la cancha y con posturas y realidades de gran similitud. La diferencia fue que Gimnasia utilizó mejor la cancha que la pelota, basándose en su posicionamiento y en su presión. Al revés de Newell’s, que cuando tuvo la pelota la manejó con mayor criterio.
Cerca del cierre del partido, Oreja sacó un lateral y Alemán -de espaldas-tocó para Bonifacio, quien ingresó al área y definió con un lucido derechazo. Gimnasia recuperó la sonrisa, cortando la racha negativa. Darío Ortiz le devolvió la confianza. Y ahora Troglio deberá reforzarla. ■