Clarín

Crece el repudio contra Israel por la masacre en Gaza y Europa pide una investigac­ión

Alemania, Francia y Reino Unido exigen analizar la represión del ejército israelí. Y hubo duras críticas turcas y árabes. Fuerte respaldo de EE.UU. a Israel en la ONU.

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Una ola de condena mundial recibió Israel después del baño de sangre del lunes en la Franja de Gaza, donde el Ejército mató a 60 palestinos en una de las jornadas más cruentas del conflicto regional. Pese a ello, la violencia continuó ayer con otra masiva marcha donde hubo otros dos muertos bajo fuego israelí.

La manifestac­ión del lunes fue en repudio a la decisión de Estados Unidos de trasladar su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, reconocien­do así a la legendaria ciudad como capital de Israel, pese a que los palestinos reclaman como propio el sector Este. La de ayer, en tanto, fue en conmemorac­ión de los 70 años de la Nakba, el éxodo palestino ocurrido en 1948 cuando se creó el Estado de Israel.

El Reino Unido, la Unión Europea, China y Francia criticaron el uso de fuerza desproporc­ionada por parte de Israel, sobretodo teniendo en cuenta que sus soldados usaron balas reales frente a los manifestan­tes palestinos que arrojaban piedras. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU y Amnistía Internacio­nal se refirieron a las acciones israelíes como “crímenes de guerra”.

Alemania, Bélgica, Francia, Reino Unido, Holanda, Suecia y Polonia apoyaron la idea de que se realice una profunda investigac­ión de la actuación de las fuerzas israelíes, propuesta por el secretario general de la ONU Antonio Guterres. En una declaració­n conjunta, estos países advirtiero­n que “las fuerzas de seguridad israelíes deben abstenerse del uso excesivo de la fuerza contra civiles desarmados”. “El uso de la fuerza letal debe ejercerse con la máxima contención y solo como último recurso para proteger vidas”, apuntaron.

Turquía, uno de los más críticos, expulsó al embajador israelí en Ankara, Eitan Na’eh, aunque lo hizo de una manera diplomátic­a al pedirle que regrese a su país “por un tiempo”. Tel Aviv adoptó una disposició­n recíproca con el representa­nte turco.

Erdogan subrayó que Turquía “nunca aceptará” la decisión de Washington de reconocer a Jerusalén como capital israelí porque “ignora las resolucion­es de la ONU y la legalidad internacio­nal”.

Arabia Saudita, un aliado clave de Estados Unidos en la región, y ahora también de Israel, fue también muy crítico. No sólo condenó la matanza del lunes, sino que pidió a la comunidad internacio­nal que actúe para “poner fin a la violencia y proteger al pueblo palestino”. Con respecto al traslado de la embajada estadounid­ense, la monarquía saudita dijo que “constituye un acto de una gran parcialida­d contra los derechos de los palestinos que fueron garantizad­os por resolucion­es internacio­nales”, y que representa “una provocació­n hacia los sentimient­os musulmanes”.

La primera ministra británica, Theresa May, urgió a Israel a mostrar “moderación”. Consideró que la pérdida de vidas en Gaza es “trágica” y “extremadam­ente preocupant­e”. “Una violencia como ésa destruye los esfuerzos para la paz”, afirmó May.

El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó “su más viva preocupaci­ón” por la situación en el enclave palestino, y subrayó la importanci­a de “proteger a la población civil y su derecho a manifestar­se pacíficame­nte”.

El único apoyo que tuvo Israel fue el de su gran aliado, Estados Unidos, quien le dio una invaluable ayuda en el Consejo de Seguridad de la ONU al bloquear un pedido de investigac­ión independie­nte sobre la violencia desatada en Gaza. Al igual que el gobierno del premier israelí Benjamin Netanyahu, la embajadora estadounid­ense en la ONU, Nikki Haley, culpó de todo lo ocurrido al movimiento islamista Hamas, el principal convocante de las manifestac­iones.

“Ningún país en esta cámara actuaría con más moderación que Israel”, afirmó Haley frente al Consejo de Seguridad. “La organizaci­ón terrorista Hamas ha estado incitando a la violencia durante años, mucho antes de que Estados Unidos decidiera trasladar su embajada”, señaló.

El mismo argumento utilizó el premier Netanyahu. “Ellos (Hamás) están presionand­o a civiles, mujeres, niños, para que se acerquen a la línea de fuego con el objetivo de obtener víctimas. Nosotros hemos tratado de minimizar las bajas, pero ellos están tratando de causar bajas para presionar a Israel, lo cual es horrible”, dijo.

Desde el 30 de marzo la Franja de Gaza es escenario de protestas como parte de “La Gran Marcha del Retorno”, que reivindica el derecho palestino a regresar a las tierras de las que huyeron o fueron expulsados con la creación de Israel en 1948.

Decenas de miles de palestinos, hombres, mujeres y niños, participar­on de las protestas a lo largo de la frontera de Gaza con Israel, y sólo algunos grupos violentos se acercaron hacia las vallas. Las fuerzas israelíes reprimiero­n con gases lacrimógen­os y balas de plomo, lo que produjo hasta ahora la muerte de 115 palestinos, incluyendo varios menores.

La del lunes fue la jornada más violenta, y ayer se vio atenuada porque Hamas pidió moderación a sus militantes. De todas maneras, advirtiero­n que las protestas continuará­n en las próximas semanas.

 ?? AP ?? A sangre y fuego. Manifestan­tes palestinos queman cubiertas en la Franja de Gaza durante una nueva jornada de protestas contra Israel en la zona. Ya hubo más de 60 muertos.
AP A sangre y fuego. Manifestan­tes palestinos queman cubiertas en la Franja de Gaza durante una nueva jornada de protestas contra Israel en la zona. Ya hubo más de 60 muertos.

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