Cae un prófugo por el millonario robo en Córdoba donde mataron a un policía
Pasó los últimos tres meses escondido en Lomas de Zamora, donde lo atraparon. Buscan a otro más.
Se la vio venir, intentó correr pero ya era tarde. Casi tres meses logró permanecer escondido de la Policía de Córdoba y, en cierto punto, hasta se había hasta adaptado a su nueva vida en Lomas de Zamora. Ahora deberá adaptarse a vivir en la cárcel de Bouwer.
Ariel Eduardo Gramajo (42) cayó acusado de haber integrado la banda que, en la madrugada del 16 de febrero, entró a un edificio de la calle Rondeau 84, en la capital cordobesa, robó 3.300.000 pesos y se tiroteó con la Policía.
Gramajo era uno de los dos delincuentes que quedaban prófugos por el espectacular asalto del barrio Nueva Córdoba, en el que murieron un policía y dos asaltantes, en un tiroteo donde hubo más de 120 disparos.
Para escaparse, contó con la complicidad “por omisión” de un agente de la Jefatura Departamental de la Policía cordobesa, que resultó ser su concuñado y aparecía abrazado al prófugo en varias fotos del perfil de Facebook de Gramajo.
Mientras los investigadores intentaban ponerle nombre a la cara que había sido captada por las cámaras de seguridad, el policía nada dijo de su parentesco y por eso ahora está imputado por el delito de encubrimiento. “Era su deber denunciarlo. Cinco días tardamos en identificar a Gramajo, tiempo que usó para huir”, confiaron fuentes del caso a Clarín.
Fueron los agentes del Departamento de Robos y Hurtos de la Policía cordobesa los que rastrearon a Gramajo y viajaron a Buenos Aires el viernes pasado. Lo encontraron ayer, a las 19.30, en General Hornos y General Rodríguez, en el barrio Centenario de Lomas de Zamora. Habían llegado a él por escuchas telefónicas.
“Al ver a los policías de civil, intentó salir corriendo. Se resistió, pero finalmente fue atrapado”, le dijo a Clarín el fiscal Rubén Caro, a cargo del caso. El detenido vestía un mameluco de una empresa que presta servicios para una línea aérea.
“Se había dejado barba candado y bigote. En los próximos días será trasladado a Córdoba”, detalló el fiscal.
Mientras, el otro prófugo identificado de la banda sigue en la clandestinidad: se trata de Ariel Rodríguez Murúa (50), por quien hay una recompensa de 200 mil pesos.
El fiscal Caro ya logró la prisión preventiva para los otros tres detenidos por el golpe comando en el que murieron el policía Franco Ferraro (29) y los delincuentes Rolando “Ciego” Hidalgo (62) y Rolando Serravalle (53).
En la medianoche del 15 de febrero, al menos cinco delincuentes asaltaron un departamento de la calle Rondeau, donde funcionaba una administración para el cobro de alquileres. La banda sorprendió al dueño, Guido Romagnoli, cuando llegaba con su novia. Le pedían “la plata”. Hubo gritos, disparos y los vecinos llamaron a la Policía.
Ante esto, Serravalle bajó por el ascensor hasta el hall del edificio con dos pistolas. Apenas se abrieron las puertas, disparó contra los policías apostados en ese lugar. Entonces mató a Ferraro de dos balazos.
Serravalle recibió varios tiros y murió junto a su cómplice Hidalgo. Otros dos policías resultaron heridos. Y un tercer ladrón fue detenido herido: Diego Alberto Trimarchi quien está preso en la cárcel de Bouwer. Allí también vivirá Gramajo. ■