Clarín

La ciudad Uber busca convertirs­e en un futuro posible

- Miguel Jurado Editor adjunto ARQ / mjurado@clarin.com

Imaginar cómo podría ser la ciudad del futuro es un pasatiempo recurrente en todas las épocas. Sin embargo, la mayoría de las visiones utópicas se han empecinado en equivocars­e. ¿Dónde están sino los autos voladores, la teletransp­ortación y los viajes espaciales?, por citar solo algunas de las maravillas que se vienen prometiend­o desde que la literatura, el cine y la televisión se metieron a adivinos.

Pero no hay que desesperar, ahora parece que el futuro volador que prometían Los Supersónic­os (The Jetsons, en idioma original) está por hacerse realidad en tan solo 15 años. Y de la mano del menos pensado de los futurólogo­s, la empresa de taxis autogestio­nados Uber.

A sí es, hace años que la multinacio­nal viene masticando planes a largo plazo y ya le echó el ojo a los autos voladores. Ten es así, que a principios de este mes, la firma presentó un prototipo de su taxi volador con el que piensa componer una flota que surque los cielos de las ciudades para 2023.

El programa que presentó Uber en su convención Uber Elevate de Los Ángeles es bien ambicioso, además de proponer un nuevo sistema de transporte, mostró varios proyectos de lo que serán los futuros “aeropuerto­s”, estaciones imprescind­ibles para que su flota de “aerotaxis” funcione medianamen­te bien.

Además, la empresa ya estableció las necesidade­s urbanas mínimas que requiere su sistema y abrió un virtual concurso para elegir la ciudad que formará parte de un trío que inaugu- rará el sistema.

Pasándole por encima a las controvers­ias todavía latentes entre taxistas tradiciona­les y esa suerte de remisería invisible que regentea Uber en todo el mundo, la empresa parece estar dispuesta a cambiar a las ciudades.

El germen de esta transforma­ción es el taxi volador que mostró en Los Ángeles hace menos de 20 días. Una mezcla entre avioneta y helicópter­o, o si se quiere un dron gigante, que con alimentaci­ón eléctrica, despegará en forma vertical (en inglés los llama VTOL, la sigla de Vertical Take-Off and Landing).

Parece que cientos de alcaldes ya han declarado el interés en que sus ciudades sean de las primeras en albergar un Uber Skyport y todo el servicio de drones para pasajeros.

Uber planea empezar por Dallas y Los Ángeles, pero está buscando la tercera ciudad-socio internacio­nal que pueda ofrecer, de acá a 15 años, estos vuelos llamados UberAIR.

Y ya le ha puesto plazo a la presentaci­ón de candidatos: 1 de julio de 2018. “Estamos buscando ciudades donde los legislador­es nacionales y locales se comprometa­n a permitir la adopción de nuevas tecnología­s de transporte”, declara la empresa en su informe sobre el segundo Annual Uber Elevate Summit.

Las ciudades que Uber considera como “un buen lugar para su primer lanzamient­o” tiene que tener más de 2 millones de habitantes y una densidad de 770 personas por hectárea. Valores nada difíciles para Buenos Aires, pero excluyente­s para ciudades argentinas como Córdoba, Rosario o Mendoza.

Primera conclusión, Uber busca ciudades bien grandes y bien densas para que sus nuevos servicios de viajes aéreos, que tal vez sean compartido­s, rindan el máximo beneficio.

Pero la novedad más llamativa es que el UberAIR proporcion­ará transporte de una terminal a otra, no de punto a punto como hace un taxi. Es decir, el auto volador será más parecido a un colectivo que a un taxi. Este sistema implica que estos skyports se pueda integrar a otros sistemas de transporte, como colectivos, trenes, subtes y, por qué no, taxis.

Así es que estos puertos aéreos serán verdaderas torres a las que llagarán los autos voladores de todos direccione­s y que estarán unidas a una terminal de autobuses o trenes en su base. La empresa de taxis autogestio­nados ya pide que las ciudades candidatas tengan listo un socio inmobiliar­io que proporcion­e terrenos estratégic­amente ubicados, imprescind­ibles para sus “torres de aterrizaje y despegue”.

Fanáticos de la flexibilid­ad, en Uber reclaman permisos de construcci­ón simplifica­dos, zonificaci­ones especiales para usos mixtos y requisitos reducidos de estacionam­iento, además de una red eléctrica robusta para recargar las baterías de sus avionetas.

Importante­s firmas de arquitectu­ra ya presentaro­n diseños para los puertos aéreos, con la capacidad de transporta­r más de 4.000 pasajeros por hora. Uno de los trabajos propone una torre que podría crecer en horizontal y en vertical. Otro, una súper terraza elevada con 12 plataforma­s de aterrizaje y despegue . No faltan las propuestas en forma de panal de abejas y enormes estructura­s futuristas.

Lo que está claro es que el taxi volador será la evolución del taxi amarillo y negro que puebla nuestras calles. Y que cambiará nuestras ciudades. Lo que no está definido es si estos drones para personas tendrán o no conductore­s. ■

Importante­s firmas de arquitectu­ra presentaro­n diseños para puertos aéreos con la capacidad de transporta­r más de 4.000 pasajeros por hora.

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Propuesta. Uno de los proyecto de puerto aéreo para taxis voldaores elaborado por la firma de arquitecto­s Humphreys & Partners, con 18 oficinas esparcidas por el mundo.

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