Gobernadores del PJ, con dudas sobre la receta oficial de ajuste
Están en contra de que el foco se ponga sólo en el déficit fiscal. Contribuirán a la gobernabilidad.
El peronismo territorial, encarnado por un pack de gobernadores dialoguistas, desplegó ayer su respuesta al llamado de Mauricio Macri. Es dual: aportar a la gobernabilidad pero cuestionar la receta oficial.
Desde Tucumán, el cordobés Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey de Salta y el local Juan Manzur, perfilaron la posición política del PJ alejado de Cristina Kirchner que operó como socio legislativo de Cambiemos.
La postura que vocearon los juanes peronistas, con declaraciones individuales pero con un sintomático contenido similar, se sintetiza en tres puntos:
• FMI. El acuerdo con el FMI no debe pasar por el Congreso porque, coinciden, es un decisión po- lítica de Macri como son responsabilidad del presidente las eventuales consecuencias de esa medida.
• Gran Acuerdo Nacional. Como hicieron antes, los mandatarios están dispuesto a dialogar con la Casa Rosada y contribuir "a la gobernabilidad" para lo cual darán "las herramientas" al Gobierno.
• Ajuste. La receta presidencial de apuntar solo al déficit es incorrecta: dicen que la mayor brecha fiscal es del Gobierno Nacional y que se debería apostar a la expansión de la economía más que a la retracción.
Manzur reunió en su provincia a 7 mandatarios. Además de los juanes, estuvieron Domingo Peppo -que vio la semana pasada a Macri-, el riojano Sergio Casas, el santiagueño Gerardo Zamora -se fue antes- y Miguel Lifschitz, de Santa Fe.
El dato político es que los tres, al igual que Peppo, no pueden anotarse en el club K que el gobierno demoniza: han apoyado a Macri en casi todas sus aventuras, del Pacto Fiscal que bajó impuestos provinciales a la reforma previsional.
"No soy ni seré el gobernador del ajuste", es la frase que repite, como eslogan, Manzur y advierte que la provincia que gobierna no tiene déficit, ni "tomó un centavo de dólar en deuda" y tiene superávit en la balanza comercial.
Urtubey se desmarcó de la receta de Macri. "Es un error plantear que esto se resuelve solo bajando el déficit fiscal con la lógica de achicar el Estado", apuntó.
“Debe crecer la economía y ninguna economía crece con tasas del 40%” dijo y acusó al Gobierno de “abusar de la de la política monetaria como única herramienta económica”.
Schiaretti escarbó otro asunto. El déficit de la Nación es de 6 puntos del PIB y el de las provincias de 0,5 puntos, señaló el cordobés para plantear que "para reducir el déficit, se comienza reduciendo el déficit fiscal nacional eliminando los privilegios que continúan manteniendo lo que es la ciudad de Buenos Aires y el gran Buenos Aires".
Schiaretti lleva una cruzada personal contra los subsidios en el AMBA. Anticipó, además, un menú de temas que llevará a una eventual mesa de discusión sobre el presupuesto 2019. Tiene título y cifra: la empresa AYSA que, detalló, "insume $ 15 mil millones" del presupuesto nacional para prestar servicio en el conurbano y Capital.
”Hay que pasársela a ciudad de Buenos Aires y a provincia de Buenos Aires", planteó Schiaretti que afirma, además, que los subsidios al transporte y la energía en el AMBA, deberían correr por cuenta del gobierno bonaerense y del porteño.
El eje Urtubey-Schiaretti-Manzur define gran parte de la agenda política de los gobernadores del PJ. Peppo juega en ese esquema al igual que Gustavo Bordet, de Entre Ríos, que sin embargo suele ser públicamente más conciliador con la Casa Rosada.
Ese grupo se suman Rosana Bertone -cuestionó a Macri por Twitter por su mención al uso del gas en el sur- y el sanjuanino Sergio Uñac, que luego de sintonía fina, tomó distancia y ahora intenta reconstruir su diálogo con la Casa Rosada.
Fue uno de los que Rogelio Frigerio invitó al almuerzo con Macri el jueves pasado y, cuentan en Gobierno, el sanjuanino sugirió la posibilidad de que no haya foto del encuentro. Hubo. ■
La autocrítica es que siempre he sido muy positivo. Tal vez puse metas demasiado optimistas para todos y no dijimos el diagnóstico duro”.
Ratifico al equipo económico. Estoy muy tranquilo, siento que tenemos un buen equipo y lo demostró resolviendo esta turbulencia”.
Vamos al FMI porque no tenemos nada que ocultar. Pueden venir, revisar... Nadie nos va a condicionar. Acá no hay gente que se lleva bolsos a conventos”.
No siento que como sociedad podíamos afrontar un ajuste profundo desde el primer día como plantean algunos”.
Vamos a delegar como corresponde la responsabilidad de la baja de la inflación en el Banco Central. Irá comunicando qué medidas va tomando”.
El mundo decidió que la velocidad con la que nos comprometimos a reducir el déficit fiscal no alcanza, por lo que tenemos que acelerar”.
Los mandatarios dicen que se debe apostar más a la expansión que a la retracción económica.