Cada seis horas fue baleada una persona en Río de Janeiro en lo que va del año
Un bebé de 6 meses fue herido por una bala perdida. Ya son 15 los menores alcanzados por disparos en 2018.
Una “bala perdida” hirió, en la capital carioca, a un bebé de 6 meses que estaba en brazos de su madre. Ocurrido el miércoles último en la escuela San Vicente de Paulo en Cosme Velho, en el sur de la ciudad, el hecho agrega una nueva víctima de la violencia que azota a Río de Janeiro. Desde comienzo de año, otros 14 niños fueron alcanzados por disparos. El último, hace dos meses, era una pequeña de tres años, Emily, que falleció.
Desde enero, una persona fue baleada cada seis horas en Río de Janeiro, según un informe publicado ayer por el diario O Globo.
El padre del bebé baleado, sobre quien se mantuvo la reserva de los nombres, posteó en su página de Facebook: “Me invade en este momento un sentimiento agudo de tristeza. Es por lo que nuestra sociedad está pasando, por no tener ninguna perspectiva de que las cosas mejoren ni en el mediano ni el largo plazo”. Agregaba en la dolida nota: “Tengo tristeza por creer que no existe un lugar seguro en Río de Janeiro, que ni la escuela ni los brazos de la madre protegen a nuestros hijos del peligro”.
La Policía Militar, que vela por la seguridad de los cariocas, prefirió hacerse a un lado. Informó únicamente que no había ninguna operación en la favela próxima a la escuela donde el chiquito fue herido. Llegó a elucubrar que el tiro podría haber procedido de un edificio vecino. Según la descripción del diario O Globo, “muros altos y puertas cerradas parecieran indicar que se trata de un área protegida”. La realidad mostró que, como dijo el padre de la víctima, no hay “protección” posible contra los desmanes.
La vida en la Rocinha comenzó, este lunes, con nuevos crímenes. Francisco Nunes de Franca, de 76 años, perdió la vida mientras trataba de protegerse de un tiroteo. Uno de sus vecinos escribió una carta a mano: “No tenemos paz. Los niños tienen que hacer tratamiento psicológico. Y los ancianos sufren problemas cardíacos. La Rocinha no quiere guerra, quiere paz”. Pero en Brasil estas historias no parecen tener fin.
“Uno de los datos alarmantes sobre la violencia en Brasil es el número de muertos por armas de fuego”, revela un documento elaborado por el Centro de Antropología y Arqueología Forense de la Universidad Federal de San Pablo. Otro dossier de Naciones Unidas confirma que Brasil es el segundo país en América Latina con más defunciones por balas perdidas. El primer lugar lo ocupa Venezuela. El año pasado fueron víctimas fatales de balazos más de 61.000 brasileños, un nivel que no reconocen siquiera países que hoy están en guerra.
Según los últimos datos sobre la violencia carioca, en tres meses se registraron 2309 tiroteos en la ciudad de Río y sus alrededores. Esto significa un promedio de 26 casos por día en los últimos tres meses, lo que implica un aumento de 25,3% de los tiroteos respecto a los casos en el trimestre anterior. De acuerdo con esa estadística, hubo 393 muertos y 302 heridos en el período analizado, que coincide precisamente con la intervención militar.
Hace justo tres meses que las Fuerzas Armadas tomaron, por una decisión del gobierno federal de Michel Temer, la responsabilidad de garantizar la seguridad carioca. Los datos fueron compilados por Fuego Cruzado, un sitio on line que informa al instante dónde se producen tiroteos. ■