La familia de Barrionuevo le apunta a la seguridad privada
Las fotos de portada y de perfil de su cuenta de Facebook muestran a las claras cómo estaba repartido el corazón de Julián Barrionuevo, el chico de 19 años hincha de River que murió al caer de la tribuna Belgrano Alta en la madrugada del martes luego del encuentro que el equipo de Marcelo Gallardo le ganó a San Lorenzo 2 a 0 en el Monumental. En la portada la imagen de las tribunas de River repletas de gente y de fervor. En la de perfil, dándose un beso con su novia, Magalí.
Julián era fanático de River. Esa pasión la heredó de su papá Ramón. No la compartía con su hermano Hernán (de 24 años) porque éste es de Boca, por lo que está descartado que haya ido con él al estadio el lunes. Y sí fue con unos chicos que había conocido a través de su novia y tenían una amistad. Así lo contaron fuentes familiares a Clarín.
A pesar de ese fanatismo por River, recién era la segunda vez que el joven había ido al Monumental, ya que anteriormente su papá no lo dejaba ir solo. El lunes, Julián se subió a un micro que salió de Quilmes junto a unos amigos para ir a la cancha. Esos mismos amigos se quedaron hasta la una de la madrugada del martes buscándolo. Y fueron a decirle a empleados de seguridad que estaban en el ingreso del club que su amigo se había quedado adentro. Tras esperar unos 15 minutos, les dijeron que “adentro no quedó nadie”. No se encontraban junto a él dado que Julián tenía entrada para ir a la Belgrano Alta, mientras que sus amigos ingresaron más tarde pero a la Sívori Alta.
Es por eso que desde la familia le apuntan a la empresa de seguridad privada del club (TECH). “Si lo hubieran buscado bien, hoy Julián estaría con nosotros”, afirmó un familiar, en medio del dolor por la pérdida del ser querido. Sin embargo, a Julián hoy será sepultado en el cementerio de Ezpeleta. Vivía en el barrio Villa La Florida de Quilmes, en el seno de una familia obrera y humilde. El trabajaba en una carnicería y pollería, había terminado el secundario y tenía pensado hacer el profesorado de Geografía.
¿Qué le pudo haber pasado a Julián?, es lo que se pregunta la familia. No saben si intentó saltar o si pisó mal y se cayó. Tampoco entienden cómo nadie pudo haberlo visto dormido. De lo que si dicen estar seguros es que no estaba alcoholizado. “Era un pibe sano y laburador”, afirmó un familiar. Pero sí se encontra- ba asustado, como en un estado de pánico al encontrarse con la oscuridad en medio de la noche. Y dijo que se había quedado dormido. Esas sensaciones se desprendieron de la charla que tuvo con Ramón, su padre, pasadas las 3 de la mañana del martes. Un mensaje de voz que le mandó al celular de su novia a las 3.20 confir- ma que estaba atemorizado. Minutos después se produjo la caída, la cual fue registrada por una cámara de seguridad del club. River ya le entregó el video a la Justicia. Mientras tanto, la familia del chico busca respuestas sobre cómo es que Julián pasó tanto tiempo dormido en la tribuna sin que nadie lo viera. ■