La Rosada descarta ir por un ajuste social
Recortes. En el Gobierno dicen que no tocarán asignaciones ni jubilados.
Entre los efectos del sacudón financiero y la devaluación, la imagen de Mauricio Macri sumó otro impacto por el rechazo al regreso al FMI y las mayores dificultades para contener la inflación. Ahora el Gobierno buscará desactivar la idea de que el recorte alcanzará el gasto social. Para recuperar iniciativa, el Presidente mostró apertura con integrantes de Cambiemos otra vez en las mesas de discusión y llamó a un “acuerdo nacional” para reducir el déficit fiscal a mayor velocidad, mientras el grado del ajuste se define en las negociaciones en Washington.
“Eso está descartado, lo dijo Mauricio ayer. En general no hay que ir por ahí, no hay que recortar por el lado del gasto social”, dijo a Clarín un alto funcionario sobre uno de los objetivos del Gobierno para intentar rearmarse: alejar las medidas de ajuste de las asignaciones sociales, jubilaciones y pensiones. Macri había arrancado la jornada con una declaración que abonó la posibilidad de nuevas iniciativas en materia previsional y laboral.
“Parte de la sociedad que que- remos construir tiene que ser más justa, que todos trabajemos la misma cantidad de horas, de días, de años, y cada vez mejor”, aseguró en la inauguración de una estación de subte. “Estamos iluminando situaciones que no necesariamente vamos a encarar ahora, que pueden llevar años. Lo previsional se discutió en diciembre, hay que alejar fantasmas y dejar en claro cuáles son los términos de la discusión”, le bajaron por la tarde el tono a esa versión en la Casa Rosada. Jorge Triaca -Trabajo- había negado que el FMI planteara exigencias en el plano laboral.
La nueva meta de reducción del déficit será definida por el FMI luego de las negociaciones con funcionarios de Hacienda. Nicolás Dujovne había anunciado la modificación de 3,2% del PBI a 2,7% para este año y 2,2% para 2018, aunque las cifras quedaron en suspenso. Tras la confirmación en Washington, el Gobierno avanzará con los referentes de los distintos sectores para acordar un programa de recortes y compartir el costo político. “No hay que imaginar una mesa, un cartel, una escenificación. Es más pragmático que simbólico”, desestimó un funcionario de trato cotidiano con Macri una gran convocatoria, por la “dinámica fragmentada” del escenario: “No hay un señor sindicalismo, un señor empresariado, un señor PJ”. ■