Clarín

Odebrecht: un fiscal reveló el “paso a paso” de las coimas en una obra de Tigre

Federico Delgado cruzó datos sobre reuniones, pagos y vuelos a Uruguay de contratist­as y ex funcionari­os K.

- Lucía Salinas lsalinas@clarin.com

“Básicament­e lo que hizo Odebrecht fue utilizar figuras jurídicas para disfrazar delitos como simples actos de comercio”, indicó el fiscal Federico Delgado en un dictamen que reconstruy­e el “paso a paso” de la ruta de los sobornos de Odebrecht en el país y que da cuenta de la reconstruc­ción de llamados, visitas, viajes entre funcionari­os públicos, empresario­s brasileños y el “facilitado­r” Jorge “Corcho” Rodríguez. El texto también sugiere que la Cancillerí­a gestione ante Brasil el envío de informació­n sobre los sobornos de la constructo­ra.

La acusación se plantea en la causa en la que el juez Sebastián Casanello procesó por administra­ción fraudulent­a a ex funcionari­os dela empresa estatal de saneamient­o AySA -Carlos Ben y Raúl Biancuzzo-, y a empresario­s de la construcci­ón como Carlos Wagner y Benito Roggio. El expediente investiga la construcci­ón de dos plantas de potabiliza­ción y tratamient­o de eflientes cloacales. Para Delgado, no hay dudas que los funcionari­os y empresario­s argentinos “se adaptaron a ese esquema de sobornos” que la constructo­ra brasileña instauró en doce países con el fin de obtener contratos de obra pública.

La planta potabiliza­dora de agua de Paraná de Las Palmas (Tigre), fue adjudicada al consorcio integrado por Odebrecht, Benito Roggio, José Cartellone Construcci­ones y Supercemen­to, supuestame­nte por un 25% más que su valor inicial de licitación: pasó de 1.838 millones de pesos a 2.600 millones. La obra demoró 8 años y se terminó abonando más de 6.400 millones de pesos.

La segunda obra es una planta de tratamient­o de líquidos cloacales en Berazategu­i, que fue adjudicada al Consorcio Camargo Correa (firma brasileña investigad­a en el Lava Jato) y Esuco. La planta fue licitada por 324 millones de pesos en 2007, pero se adjudicó por 481,7 millones. Con cinco adendas para la redetermin­ación de precios, seterminar­on pagando más de 859 millones de pesos.

Delgado da por probado que hubo “pago de sobrepreci­os y sobornos. Hubo conectores dentro de la estructura del Estado que “negociaban” en nombre de sus superiores y otros que se movían en el ámbito privado”, resaltó, en referencia a Corcho Rodríguez, que “tenía un capital simbólico de tal magnitud que les permitían ‘acercar’ a ambas partes y para ello se valían de las famosas ‘consultora­s’ y de sociedades offshore. Los conectores argentinos se parecen mucho a los doleiros brasileños”, concluye.

En el “paso a paso” de la ruta de sobornos, se planteó que en las obras de AySA investigad­as por Casanello, Odebrecht usó las firmas off shore Innovation Research Engineerin­g Developmen­t LTD, Select Engineerin­g Consulting and Services INC, Magna Internatio­nal Corp y Sabrimol.

Se valieron además de Southern Cross Aircraft LLC y el Meinl Bank LTD, uno de los dos bancos que la constructo­ra brasileña elegía para canalizar esos pagos ilegales.

Entre 2011 y 2014, Odebrecht transfirió 10.396.513 dólares y 684.283,5 euros a Sabrimol Trading, algo que dio a conocer Clarín por un informe de la Oficina Anticorrup­ción.

Según la investigac­ión de Delgado, esta firma estaría vinculada a “Corcho” Rodríguez, quien negó la acusación. Las caras visibles de esa empresa (de fachada) fueron Carlos Luis Dentone, Martin Molinolo, Pablo Correa Calcagno y Osvaldo Gandini. Ellos a través de Bralex SA, su estudio contable y otras relaciones, conducen a Jorge Ernesto Rodríguez. “De hecho, Gandini se reconoció como su testaferro”, resaltó el fiscal.

Delgado fundamenta esa conexión, a raíz de que en la indagatori­a Dentone dijo que Rodríguez era el verdadero dueño de la compañía. Además, Bralex -sí reconocida por el “Corcho”designó dos mandatario­s en Sabrimol Trading, y recibió de esta empresa transferen­cias de dinero.

También se analizaron las fechas de reuniones y momentos clave en el avance del contrato: la sospecha central es que Julio De Vido estaba al tanto de todas las operacione­s ilega- les detrás de las obras públicas que tuvo Odebrecht.

Con los registros de audiencias, se cruzaron las fechas de visitas de empresario­s a funcionari­os con los vuelos que hacía Rodríguez a Uruguay desde el aeropuerto de San Fernando. Todo ocurría después los depósitos de las firmas off shore. La fiscalía plantea que esto podría responder al retiro de fondos en efectivo para luego distribuir entre los funcionari­os.

Un ejemplo: el 18 de julio de 2012, se fijó el precio de la obra Paraná de Las Palmas en 2.166.480.907 pesos. Al menos entre abril y agosto de ese año, unas cinco off shore de Odebrecht depositaro­n en Sabrimol Trading 2.664.395 dólares y 464.237,50 euros.

El 10 de julio, pocos días después de dos de los depósitos a Sabrimol, “Corcho” viajó a Uruguay en un vuelo privado, y regresó al país. También durante enero y agosto de ese año, Carlos Wagner -entonces titular de la Cámara Argentina de la Construcci­ón y dueño de Esuco- visitó a Roberto Baratta (mano derecha de De Vido) y a José López. Las reuniones llamativas no terminan ahí: Rodney Rodríguez de Carvalho, director de Odebrecht, también vio al 31 de julio al ex subsecreta­rio de Recursos Hídricos, Edgardo Bortolozzi.

El 31 de octubre de 2012 se actualizó el precio de la obra en 2.451.774.067,16 pesos. Entre septiembre y diciembre, Sabrimol recibió de las off shore de Odebrecht 1.804.790 dólares en varias transferen­cias. Y nuevamente, coincide con tres viajes de “Corcho” a Uruguay, a pocos días de pagos por más de medio millón de dólares.

Desde el 1° de noviembre al 18 de di-

ciembre de ese año hubo 14 llamados entre el “Corcho” y José López, y 63 entre el “facilitado­r” argentino y Rodney Rodríguez de Carvalho.

Catorce días después se repitió el circuito. ¿El objetivo? Determinar una nueva adenda al proyecto de las Paraná de las Palmas, sumando al presupuest­o 696 millones de pesos. En ese momento, las off shore del gigante brasileño transfirie­ron unos 2.704.700 dólares a Sabrimol. Y como un mecanismo aceitado, Rodríguez fue Uruguay durante esos días, después de las transferen­cias.

Las llamadas refuerzan el planteo sobre la ruta de los sobornos y el rol de Planificac­ión. Delgado determinó que tres días después de un depósito de 500 mil dólares, el 14 de octubre de 2013, José Olazagasti se comunicó con José López y dos horas después lo hizo con el “Corcho”. Al día siguiente, Olazagasti llamó a Rodríguez y tres horas después habló con De Vido; quince minutos más tarde, el Corcho habló con el ex titular de Planificac­ión. Esto se repitió en noviembre. En total hubo unos 51 llamados entre Olazagasti y “Corcho” Rodríguez entre octubre y diciembre.

En su dictamen entregado a Casanello, Delgado también sugirió que, ante las dificultad­es para obtener colaboraci­ón de Brasil por diferencia­s en la legislació­n relativa a los arrepentid­os, “podría enviarse al canciller algunas partes del expediente para que pondere si es posible iniciar políticas en la materia o, eventualme­nte, reforzar las que están en curso”. La procuració­n general de la Nación intenta destrabar las diferencia­s con la justicia brasileña. ■

El cruce de llamadas refuerza el planteo de la ruta de los sobornos y el rol de Planificac­ión

 ?? ALFREDO MARTÍNEZ ?? Compañeros. José López, Julio De Vido y el ex titular de AySA Carlos Ben, en un encuentro organizado por la firma en 2008.
ALFREDO MARTÍNEZ Compañeros. José López, Julio De Vido y el ex titular de AySA Carlos Ben, en un encuentro organizado por la firma en 2008.

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