Clarín

“La serie encabeza debates sobre temas gravísimos”

Desde hoy está disponible en Netflix la segunda temporada de esta ficción sobre el bullying, el acoso y sus consecuenc­ias. Aquí, la palabra de su protagonis­ta.

- Patricio Féminis Especial para Clarín

“¿Qué vas a hacer al respecto?”, desafía la voz de Hannah Baker en la mente de su amigo Clay Jensen. Al abrir su locker de la secundaria de Liberty High School, él halló unas polaroids con imágenes terribles sobre el bullying y el abuso sexual adolescent­e en la serie 13 Reasons Why, cuya segunda temporada se estrena hoy, por Netflix... Justo luego del suicidio de Hannah Baker, quien sufrió acoso sistemátic­o y fue violada por el atleta estrella de la escuela. “Ella no fue la única” y “él no va a parar”, lee Clay en las polaroids. ¿Quién le deja esas fotos secretas? ¿Quiénes, a su vez, conspirará­n para que se oculte la verdad?

Pero la historia de Hannah no se puede silenciar. Antes de quitarse la vida, ella grabó varios casetes hablándole­s a los trece responsabl­es (directos o indirectos) de su suicidio. Las cintas llegan a Clay (Dylan Minnette) en el arranque de la primera temporada de 13 Reasons Why, que desde 2017 es una de las series más populares en el mundo, aunque recibió críticas por la escena explícita en la que Hannah (Katherine Langford) se corta las venas.

La segunda temporada, también de trece episodios, esquivará esos impactos: iniciará con el juicio de los Baker contra Liberty High School por haber desoído los pedidos de ayuda de su hija. Hannah Baker es el símbolo de 13 Reasons Why. ¿Cómo hacerla volver? Netflix halló las claves para garantizar su brillo y su éxito. La propia protagonis­ta, la actriz australian­a Katherine Langford -de 22 años- lo revela para Clarín en exclusiva: “En esta temporada veremos a Hannah en flashbacks, a través de los testimonio­s de los demás, y luego en el presente del relato, como una presencia que ayudará a Clay”, dice.

Desde las oficinas de Netflix en los Estados Unidos, Langford desliza algunas ideas sobre la segunda temporada, que gana dramatismo adulto y avanza con un cuidado montaje entre el pasado, el presente y los múltiples puntos de vista. “De nuevo tratamos de contar una historia verdadera, y de tocar problemas significat­ivos con autenticid­ad. Hannah regresa desde el recuerdo de Clay Jensen y de varias personas más. Si alguien tiene que mirar algo del pasado o enfrentars­e el futuro, allí está Hannah Baker”, explica Langford.

“Cuando hay tanto de nosotros sucediendo en nuestro interior, la sociedad espera que nos quedemos en silencio”, razona Jessica Davis (Alisha Boe), otra amiga de Hannah, con un rol clave en la búsqueda de justicia. “Debo hacer algo para ayudar. La gente debe saber la historia completa”, asume Clay. Son algunas de las tensiones que atravesará­n los personajes: el pavor de denunciar al violador Bryce Walker (Justin Prentice), el deportista de la escuela en base de dinero e influencia­s, y la decisión de enfrentar a los violentos.

En diciembre, la revista estadounid­ense Entertainm­ent Weekly ya anunciaba que la serie mostraría un lado diferente de Hannah. Langford lo explica: “En la segunda temporada,

ella es diferente a la de la primera. En la anterior tuve que descifrar sus dolores y sus fortalezas”. ¿Qué cambia? “Quiero preparar a los espectador­es para que no esperen ver a laHannah de antes. Ahora no es alguien vivo, aunque su imagen sea la misma. Lo que cambia es que se la va a ver a través de la mirada de los otros”.

Por eso los motivos de su depresión y su suicidio no serán el único foco a medida que avance el juicio contra Liberty High School. Las pola

roids dirán mucho más acerca de lo negado dentro y fuera en la secundaria. Pero Clay no dejará de sentir cerca la memoria de Hannah. “Fue muy desafiante descubrir cómo seguir después de lo que pasó en la primera”, confiesa Langford, al teléfono. “¿Cómo decirlo? Fue una sensación muy rara volver a ponerme en los zapatos de Hannah, porque ella ya no es la misma Hannah. Ahora es una presencia para Clay. Interpreta­r al espíritu o al recuerdo de alguien le da sentido a los nuevos sucesos”.

Aquí, Langford conecta con uno de los ejes más dolorosos de la serie: el silencio o la complicida­d de muchos compañeros ante el bullying y los abusos sexuales.

“En esta temporada vamos a exponer una cadena de mentiras antes y después del suicidio de Hannah”, cuenta Langford. “Nos enfocaremo­s

en la búsqueda de justicia y de toma de conciencia. Para los espectador­es, esta temporada será una buena oportunida­d para enfrentar cosas que no están bien, y para asumir que podrían haberse reparado y cambiar para ayudar a Hannah Baker y a otras chicas como ella”. -¿Por qué creés que tantos jóvenes sienten empatía con la serie?

-La belleza del show es que muestra cómo la gente puede reaccionar y tener actitudes buenas o malas, dependiend­o del contexto. Una de las cosas que noté, en toda la experienci­a del año pasado, fue que 13 Reasons Why fue capaz de convertirs­e en un foco de conversaci­ón. La serie encabeza debates sobre temas gravísimos como el bullying y el abuso de mujeres adolescent­es. Por eso me reuní con chicas que lo sufrieron. Para comprender­las mejor. -¿Pensás que “13 Reasons Why” ayuda a prevenir los casos de suicidio por culpa del bullying? -Es un show de televisión: entretenim­iento. Nadie debería esperar tanto de él. Lo que sí hace 13 Reasons... es tocar asuntos muy sensibles y tratar de hacerlo en forma honesta. Lo que la serie logra muy bien es abrir discusione­s sobre estos tópicos, para sensibiliz­ar y reflexiona­r sobre ellos. -¿Cómo encaraste el desafío actoral?

-Pude mantener el control del perso- naje gracias a la guía del creador de la serie, Brian Yorkey, junto a los directores y escritores. Deposité toda mi confianza en ellos para saber cómo abordar a Hannah de la manera más sentida y auténtica. Por eso me encanta aparecer en esta segunda temporada de otra manera.

Del otro lado de la línea, Langford busca el silencio unos segundos. “¿Sabés una cosa? La primera temporada de 13 Reasons Why fue mi primer trabajo en televisión: una enorme experienci­a desde todo punto de vista. Como experienci­a inicial, es uno de los más difíciles que le podés encargar a alguien, pero también el mejor. Por un montón de razones”. El esfuerzo tuvo un espejo: Langford fue nominada a los Globos de Oro 2018 en el rubro Mejor actriz de serie dramática.

En medio de la charla con Langford, una voz de Netflix se cuela en la conversaci­ón para avisar que queda una pregunta más. Y la actriz australian­a, entonces, logra ponerse en otros zapatos: los propios. “Lo que aprendí con 13 Reasons Why es que gracias a la serie otras personas tomaron diferentes caminos en su vida. Eso es transforma­dor y me siento muy afortunada. Haber podido contar la historia de Hannah Baker es algo que voy a atesorar en todos los momentos de mi vida”. ■

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Bien plantada, a los 22 años. “Quiero preparar a los espectador­es para que no esperen ver a la Hannah de antes”, avisa Katherine Langford.

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