Dicotomías que dividen a la sociedad y a la nación
La literatura latinoamericana nos permite a los lectores comprender y enriquecer nuestros conocimientos previos, reflejando el sentir, la historia, el pensamiento de un pueblo y el impacto que este puede causar en la sociedad. Analizar el conflicto de identidad que sufren las comunidades latinoamerica- nas por la carencia de un origen único, en el cual identificarse es esencial para entender nuestro presente.
Las grandes culturas que hoy predominan en América Latina, tiene orígenes violentos y perturbadores, con los que muchos niegan identificarse; las conquistas por parte de los europeos fueron devastadoras para las civilizaciones primigenias de nuestro territorio, pero las descendencias, sin embargo, conservan ese vestigio originario que nos es imposible enmascarar en nuestra sangre, esos rastros que dejaron en nosotros, los recuerdos de historias de violaciones o de amores prohibidos que nos impiden al día de hoy a los que habitamos este territorio, con un pasado tan hostil y único a la vez, formar y desarrollar una identidad del todo personal.
Nos es difícil sentir arraigo por un territorio en el que a lo largo de la historia ha sido víctima de antagonistas como lo fueron los golpes de Estado, las persecuciones ideológicas, las persecuciones raciales y las migraciones e inmigraciones que impiden el desarrollo de una cultura sólida y estable. La victoria del prejuicio nos impide a los argentinos unirnos en busca de una sola causa, el bienestar social.
En cambio, es cada vez más la ruptura que hoy existe en nuestro país, la famosa “grieta”, ese fenómeno tan escuchado, pero que en retrospectiva estuvo siempre presente, encarnada en distintos protagonistas, la civilización y la barbarie, “unitarios” y “federales”, “peronistas” y “radicales”, los “villeros” y los “chetos”, los “macristas” y los “kirchneristas”, estas y muchas más son las dicotomías que nos dividen como sociedad y como nación, y agregan más violencia, desigualdad y exclusión social a todos nuestros errores cometidos en el pasado, dificultando cada vez más la conformación de una única identidad no fraccionada.