“Si el dólar sube por el ascensor, que los costos suban por la escalera”
Es la conclusión que dejó el encuentro que se realizó ayer en San Juan, en el marco del B-20.
Con ese otoño lleno de sol, tan característico de San Juan, y en el que fue el llamado monumento al cemento y hoy es el flamante centro cívico - un complejo high tech que alberga a toda la administración provincial-, ayer hubo como pocas veces una concentración empresaria de primeras figuras. Fueron convocados por el B 20, el brazo del sector privado del G20 con la misión de hacer recomendaciones a los presidentes que se reunirán en Tecnopolis a fines de noviembre.
El B20 es un grupo de 1.200 empresarios a nivel global que ocupan a 35 millones de personas, el 40% son dueños de principales corporaciones de mundo y un 34% son pymes.
“El mundo está pasando un momento difícil en términos de inversiones, el G20 se creó para las crisis y nos toca a nosotros presidirlo”, entu- siasmo el sherpa Pedro Villagra Delgado.
“Podemos influir en la agenda de esta gran mesa del mundo, estamos sentados allí donde se toman las decisiones”, añadió.
“Que en este momento estemos acá, con los grandes jugadores de la Argentina para mirar la Argentina de más largo plazo sin una mirada agónica y coyuntural, es para celebrar”, sostuvo el líder del B20, Daniel Funes de Rioja al enfatizar que necesitamos crecimiento e inversión.
Consultados por Clarín y tal vez por estar en San Juan, zona de temblores, muchos empresarios hablaban de la crisis cambiaria como un terremoto que terminó pero ahora hay que evaluar los daños. Y prepararse. Otros ponían como ejemplo a San Juan que tiene superávit y cuenta con un fondo anti cíclico de 3.000 millones de pesos, que ha comprometido en ayudas a la inversión que genera empleo. El ministro de Hacienda de San Juan, Roberto Cattoni, destacó que el desafío es salir de la minería como monocultivo. Un dato: contó que la actividad productiva está exenta de ingresos brutos.
Hugo Goransky, presidente de la UIA sanjuanina no esquivó la coyuntura y pidió acuerdos sectoriales y políticas de estado y reglas que trasciendan los gobiernos como la herra- mienta para combatir la inflación.
Para Miguel Acevedo, titular de la UIA a nivel nacional, la elevada tasa de interés tendrá un impacto en la economía. Y dio detalles, ya como accionista de Aceitera General Deheza, sobre lo duro que es conquistar y mantener los mercados mundiales. Una manera de quitar relevancia al dólar alto. “Nuestros clientes desde el exterior nos preguntan si somos proveedores confiables”, dijo.
Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural señaló acerca del nuevo dólar: “Si el dólar sube por el ascensor hay que tratar que los costos suban en todo caso despacio por la escalera. Va haber tensión en los precios de los productos terminados como cerdos y lácteos cuyo insumo es el maíz”, advirtió.
Juan Pablo Tripodi, titular de la Agencia de Inversiones, abrió el paraguas acerca de mantener el flujo de inversiones. “Muchas veces nos pre- guntan muy lindo lo que nos contás, pero cuánto dura. Mostrar que es un país con reglas claras es el primer paso, pero tenemos que generar un marco de competitividad para vender a 7.000 millones de personas”, dijo al contar que la inversión llegó al 20% en términos reales en 2017 y no se atrevió a apostar por un ja cifra para este año.
Tripodi aportó un dato que dejó a todos perplejos, Argentina tiene solo 9.000 empresas que exportan de las 700.000 registradas y menos de la mitad son las que lo hacen de manera continua.
Pero fue Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio, quien mandó el mensaje a la oposición política: “Las buenas medidas están golpeadas por los acuerdos en el Congreso. Esta no es una crisis ni un cambio de ruta y hoy mismo ya hay préstamos para pymes al 33%”.
A su lado, Eduardo Eurnekian marcó diferencias. Así, concluyó :”En lo que fuimos buenos en nuestra historia es en ser fabricantes de billetes, hoy el Gobierno va por el buen camino pero necesitamos una moneda propia que valga”. ■
Las buenas medidas están golpeadas por los acuerdos en el Congreso, se quejó Adelmo Gabbi.