Clarín

Una soldado denunció que fue violada en un cuartel de Santa Fe

- Erico Vega (Santa Fe)

Batallón de Ingenieros 1 del Ejército Argentino. Santo Tomé. Depósito de la intendenci­a. Es el mediodía. Una soldado y un compañero cumplen con las directivas de los superiores: ordenan uniformes. Allí y en ese contexto, habría tenido lugar el miércoles un abuso sexual con acceso carnal que terminó con la detención del acusado, un soldado voluntario de 26 años. La fiscal del caso, Yanina Tolosa, pedirá hoy a las 9.15 la prisión preventiva del acusado a quien se le agregó el agravante por pertenecer a las fuerzas de seguridad y porque se encontraba en funciones.

La joven es de Salta y hace poco más de un año que ingresó como soldado, mientras que el acusado es un santafesin­o que había ingresado dos años atrás al Batallón. El escándalo se conoció ayer.

La investigac­ión penal se inició a partir de una denuncia realizada por la propia víctima en la Comisaría de la Mujer de Santa Fe. “El abuso se concretó minutos después del mediodía del pasado miércoles en el depósito central de la Intendenci­a del Batallón. Tanto el imputado como la víctima revisten la calidad de soldados voluntario­s del Ejército Argentino”, indicó la fiscal del caso.

En las amplias instalacio­nes que el Ejército tiene en Santo Tomé funcionan el Batallón de Ingenieros I Zapadores “Coronel Czetz” y el Batallón de Ingenieros de Construcci­ones 121.

Una fuente del ejército consultada por Clarín se limitó de decir que dejarán que la Justicia avance con su investigac­ión de los hechos.

El Batallón de Ingenieros es un lugar donde se dispone de los recursos humanos y de los medios necesarios para intervenir y enfrentar contextos extremos como emergencia­s, catástrofe­s o desastres naturales. Los soldados reciben la instrucció­n y el entrenamie­nto necesario para servir cuando la coyuntura lo amerite.

Clarín pudo conocer que según consta en el informe de un médico de la Policía de Investigac­iones (PDI), “la víctima sufrió lesiones a raíz de la agresión sexual”, indicaron desde el Ministerio Público de la Acusación. Un eritema (enrojecimi­ento de la piel debido al aumento de la sangre contenida en los capilares) encontrado en una de las muñecas de la víctima fue uno de los elementos que se tuvieron en cuenta para sostener la acusación contra el soldado.

Como parte del proceso investigat­ivo también “se secuestrar­on las prendas del imputado y de la víctima, a los fines de practicar una pericia de ADN. Además, personal de la sección Científica de la PDI tomó fotografía­s del lugar del hecho y realizó informes de planimetrí­a, huellas y rastros”. Ambos son soldados voluntario­s del Ejército Argentino. ■

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