Una historia salvada por Sarah Lancashire
La enorme actriz británica, que se consagró con “Happy Valley”, protagoniza esta serie dramática y policial, cuyo guión presenta un par de vaivenes y demasiados temas: adopción, burocracia, racismo... Ella se pone el relato al hombro.
Kiri
Drama policial Protagonista: Sarah Lancashire Guionista: Jack Thorne
Emisión: lunes a las 21, por los canales 201 y 1201 de DirecTV.
La vara va bajando a medida que transcurren los cuatro episodios. Kiri comienza con un gran nivel y, en la segunda mitad de la historia, la trama se va deshilachando. El promedio, sin embargo, amerita un “buena” de calificación. Pero más allá de la caída de atractivo en la propuesta, la serie británica que esta noche estrena DirecTV (a las 21 por los canales 201 y 1201 HD) y que también estará disponible on line en la aplicación DirectvPlay.com es una gran excusa para ver en acción a Sarah Lancashire, enorme actriz que ha brillado en Happy Valley y Last Tango en Halifax.
Según el guión de Jack Thorne, el aroma que pretende desprender esta ficción se asocia a la novela policial. Claro que al intentar contar mucho en sólo cuatro capítulos de menos de una hora, ese mucho pasa a ser demasiado y entonces el resultado no llega a cumplir con las expectativas generadas. Pero, lo dicho: disfrutar del talento de Lanchashire invita a ver Kiri hasta el último minuto.
Los tópicos por los que sobrevuela esta serie que Channel 4 de Gran Bretaña estrenó en enero de este año van de la adopción al racismo, pasando por la honestidad, la burocracia, la responsabilidad social, la dignidad y el rol de los medios.
La trama gira en torno a Miriam Grayson (Lancashire), una trabajadora social que queda involucrada en un caso policial por un supuesto mal manejo suyo: ella se ocupa del destino de Kiri, una niña negra de 9 años que está en plan de acogida junto a una familia que ya inició los trámites de adopción, en un lento camino hacia poder criarla definitivamente. En medio de las tratativas, Miriam per- mite que la nena pueda visitar a su abuelo biológico. Sólo que no estima necesario supervisar de cerca esa salida. Y entonces sus buenas intenciones se embarran de inmediato cuando la pequeña no aparece por ningún lado.
Allí se abre todo un abanico temático que recién se cerrará en el cuarto episodio, en un final que, definitivamente, no es de colección. Durante su búsqueda, Miriam queda atrapada en el fuego cruzado entre la familia que la tenía a cargo (matrimonio interpretado por Lia Williams y StevenMackintosh) y las autoridades de Bristol, donde se desarrolla la historia. De pronto, todos pasan a ser sospechosos.
Dentro del cóctel, el género que más se impone es el dramático, con un tratamiento del racismo que navega más por los lugares comunes que por aguas profundas. En este punto hay que aclarar que Kiri jamás se propuso ser una serie condenatoria, ni ensayística sobre este tema, pero al abordarlo corrió el riesgo de que se analizara el modo en el que lo hizo. Y en su país no le han llovido las mejores críticas.
Multipremiada por sus anteriores trabajos, Lancashire merece candidaturas por este trabajo también, en el que despliega su nutrido arsenal gestual. Todo lo que sucede alrededor de Kiri pasa por la cara de Miriam. Y todo eso se convierte en emociones que llegan al espectador. Amén de los vaivenes del guión, ella llega al final del mismo en el que arrancó: brillando. ■