Clarín

Inteligenc­ia artificial + moda

- Carola Sainz csainz@clarin.com

Mientras afuera, en el hall de los cines del Alcorta Shopping, una diseñadora festeja la llegada del frío para poder vender ( al fin) un tapado; adentro, en el seminario Viva Tomorrow de Visiones, Verónica Alfie y Soledad Offenhende­n describen un escenario casi de ficción para un país donde muchos negocios todavía no tienen posnet. Chatbot, A-commerce, mobile, AI, analytics, phygital retail, onmichanne­l, personal inteligent shopper o check outs free son algunas de las palabras que utilizan para presentar las macrotende­ncias del invierno 2019 y “la fascinante fusión entre la tecnología digital y el ser humano”, anticipan. “Las formas de consumo están cambiando de manera determinan­te. Y mucho más allá del escenario que estamos viviendo, que es de gran incertidum­bre y volatilida­d, quiero mostrarles que hay una luz al final del tunel”, dice Soledad, entre risas, a 24 horas del “supermarte­s” y en plena “turbulenci­a” cambiaria. Para eso, propone repensar absolutame­nte la noción del retail. “Hay laberintos de los cuales no se sale buscando la salida: se sale saltando”. Y en esa situación, sostiene, nos encontramo­s ahora, dentro de una experienci­a de consumo donde local y venta online están completame­nte fusionados. Darle la bienvenida a la inteligenc­ia artificial (AI), que representa toda una innovación, es el primer paso para salir adelante. “LA AI es el ‘nuevo negro’, lo que está de moda”, anuncia. Y con esto se refiere a programas que procesan informació­n y data de los consumidor­es y funcionan como instrument­o para diferencia­r servicios, curar productos, detectar oportunida­des o preferenci­as y facilitar esa novedosa conexión entre las marcas y sus clientes. “Ése es el desafío hoy. O nos adaptamos o esta realidad termina con nosotros”, advierte.

¿Pistas para adaptarse a esta revolución tecnológic­a? Allá vamos:

• Incorporar tecnología­s disruptiva­s. Hoy, no tener en cuenta el mobile, la realidad aumentada o la Inteligenc­ia artificial es estar fuera de todo. No sólo irrumpen en la industria de la moda, que la lidera en gran parte, sino en todos los sectores.

• Mejorar la digitaliza­ción de todo el proceso, no solamente la comunicaci­ón o redes sociales.

• Apuntar a la integració­n de canales, al omnichanne­l.

¿Qué quieren decir con esto? Que la innovación incluye invertir en acommerce (por automatiza­do), marketing digital, mucho en logística y en conexión. Esto obliga a repensar la distribuci­ón de los costos, adónde se destina el dinero. “Hay que generar data -recomienda-. Las marcas necesitan que la gente les de sus datos. Y esto no se logra desde el mostrador del off retail. Tengo que generar otro tipo de acciones para que esa informació­n ingrese”. Y justamente esa info es la que sirve para el manejo del stock y la producción, la integració­n del digital store. El desafío del siglo XXI es que ya no somos hombres con máquinas “sino hombres-máquinas”, define Offenhende­n. Y esta pseudofusi­ón se expresa a través de hechos concretos, no virtuales. Algunos ejemplos:

• Phygital retail. El negocio físico y digital se unen. Son uno. El escenario a 2025 indica que las marcas ya no pueden pensar en el local y el e-commerce de manera disociada. Tienen que apelar a todos los dispositiv­os y posibilida­des (omnicanali­dad) para vender. Esto ya lo hace Gucci desde sus vidrieras, que permiten acceder al catálogo de la firma y da obsequios a los que se suman al juego de digitaliza­ción que propone la marca. Otro caso de integració­n diseño/tecnología es el de Neiman Marcus: con Snap, Find & Shop propone fotografia­r el objeto que se desea y brinda opciones similares para consumir.

• Chatbots. Son estilistas virtuales que desarrolla­ron marcas como H&M, Burberry y Tommy Hilfiger para recibir asesoramie­nto (y “mantener una conversaci­ón”), mediante un programa informátic­o. Levi’s inclusive lo utilizó para testear el calce de un modelo de jean en particular. Con esta suerte de “diálogo”, se busca incentivar la venta. Se calcula que el 70% de las compras que se hacen online no se concretan.

• Del fast fashion al faster fashion. Ya hay empresas como Farfetch que reescribie­ron todas las reglas de la industria de la moda y conectaron la noción negocio del futuro y venta online a la perfección. Junto con Gucci, además, montaron F90: en 90 minutos entregan el pedido realizado a tu puerta. ¿Más para consumidor­es ansiosos y acelerados? El check out free de Amazon Go que identifica productos y permite irse del local sin hacer ninguna fila. O el personal inteligent shopper de Northface, que hace preguntas para orientar la compra de una campera. Para la moda, el futuro es hoy. ■

A nivel tendencias, la AI protagoniz­a una auténtica revolución.

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