La Selección Argentina invencible

Sin entusiasmo, frente a una mesa con varios pocillos vacíos, unos veteranos hacían conjeturas mundialistas. Hablaban con autoridad de panelista televisivo. Hasta que uno propuso la idea: armar la Selección ideal de todos los tiempos. Fue como una inyección rejuvenecedora. Debatieron durante casi dos horas, ya con vermouth e ingredientes, y formaron un plantel invencible.

Arqueros: el Pato Fillol y el Loco Gatti, el más idóneo para equipos que intentan salir jugando desde el fondo. De tercero nombraron a La Volpe. Nunca va a atajar pero puede contribuir a que las conferencias de prensa sean más interesantes.

Centrales: el Cabezón Ruggeri, el Kaiser Passarella, Tata Bron -como diría Bilardo- y Nico Otamendi, que todavía será mejor al lado de esos tipos.

Laterales: el Tano Pernía y el Lobo Carrascosa, que no fueron al Mundial 78 y merecían estar; el Vasquito Olarticoechea para cubrir las dos bandas y el Mago Garré, para que la gente insulte a alguno.

Tapones: Antonio Rattin y Américo Gallego. No pasarán. Cinta de capitán para el Rata, celeste y blanca, con leyenda antimperialista.

Volantes creativos: el Beto Alonso, el Bocha, Riquelme y La Brujita Verón (cumple varios roles en simultáneo).

Delanteros: Bertoni, Kempes, Batistuta o Crespo (los dos no, a ver si se enoja Bielsa) y el Pájaro Caniggia.

Maradona más Messi.

Técnico no se necesita. Juegan solos estos muchachos. Eso sí: lleven psicólogos y abogados, porque al segundo día se agarran todos a piñas.