Pistas para visitar la gran feria de arte
La muestra se inauguró ayer para invitados especiales: hubo performance, obras hermosas y compras.
Con espacios más amplios y una gran cantidad de público, ayer quedó inaugurada oficialmente la feria arteBA. Allí estuvieron el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Cultura de la Nación, Pablo Avelluto y el presidente de arteBA, Alec Oxenford: la comitiva institucional cortó la cinta y dio una vuelta por los diferentes stands de la feria, a eso de las 18.30.
¿Con qué se encontraron ellos y el público invitado especial (la inauguración para el público general es a partir de este jueves)? Algo de performance, mucha obra de artistas históricos –como el pre-cio-so cabinet del pintor Raúl Lozza (en la galería Maman), los siempre singulares trabajos de Fermín Eguía (en Palatina), un conjunto de obras de Alberto Heredia (en Del Infinito). El grupo también pasó por el stand del Ministerio de Cultura – “arteBA niños”-, donde el maestro Luis Felipe “Yuyo” Noé pintó un mural con un grupo de 15 a 20 chicos, unos del público general y otros llegados especialmente de los talleres de pintura de la villa 21/24. Juntos hicieron explotar de color la feria y mancharon todo (esa parecía se la idea). A Yuyo se lo veía divertido y a los niños también.
Ya en el Barrio Joven, este año dos curiosos proyectos llaman la atención. La instalación-living que imita a la instalación-habitación roja, del artista brasileño Cildo Meireles, en UV, y el exquisito grupo de obras de la artista Romina Casle en la galería Acéfala: convirtió en instrumentos musicales los objetos domésticos: una taza de porcelana, una mesita de luz: su cajón se transformó en caja de resonancia. Bellísimas obras.
Mientras, cuando ya estaba por caer la noche se escuchó un ruido a serrucho: era la performance de Emanuel Tovar, quien... serruchaba un violín, partiéndolo en dos. Tovar tocaba las cuerdas y serruchaba a la vez. Desde ya que esa música extraña atrajo curiosos.
Había movimiento: con el correr de las horas podía verse cómo se bajaban pinturas de las paredes y se cambiaban por otras.
¿Obras importantes? Como ya es habitual, en las galerías Sur siempre hay unos cuadros de Berni impresionantes; en del Infinito grandes obras de Le Parc (y por ahí se lo podía ve a Yamil, su hijo, cuidando la obra del padre). Se vio a coleccionistas entusiasmados con fotografía de Flavia de Rin en la galería Ruth Benzacar. Y nadie dejó de darse una vuelta por una obra grande de Tomás Saraceno, el artista que el año pasado impresionó con su instalación de telarañas en el Museo de Arte Moderno.
Entre los trabajos más llamativos –esos que sorprenden- parecen haberse concentrado este año en la sección U-TURN Projects: como el World Score de Carla Zaccagnini en la galería Vermelho, de Brasil. Es un disco de vinilo que lleva grabados (y une) todos los himnos nacionales del mundo, dando lugar a melodías sutiles, originales.
Mientras todo iba transcurriendo de manera más bien tranquila, dos importantes curadores, Cuauhtémoc Medina y Ferrán Barenblit (director del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) caminaban de manera más bien silenciosa y discreta por la feria.
Parando en espacios en los que nadie para, tiene el ojo aguzado y el conocimiento profundo de quienes saben ver lo que para otros pasa desapercibido. Una pregunta de ellos acerca de una obra es una bendición; y parece que, curiosos, preguntaron mucho. Esto recién empieza. Se espera que la movida siga, y que se venda. Recién sabremos el balance acercándonos al domingo, el último día de arteBA. ■