A los 75 años se jubiló monseñor Héctor Aguer
Monseñor Héctor Aguer, representante lúcido de la ortodoxia católica practicante y polémico magister eclesiástico de elevada disputa con el Papa Francisco, desde que era Bergoglio, se retiró ayer como arzobispo de la diócesis platense. A los 75 años, como establece el derecho canónico.
Su último acto fue la convocatoria a la “Marcha por la Vida” del 20 de mayo al Congreso, donde se debatía la despenalización del aborto. Como manda el dogma. Pero Aguer decidió ser el exégeta de esa posición religiosa, con gravitante exposición pública. Como de alto protagonismo resultó todo este tiempo su rígida actitud sobre salud sexual y reproductiva en los colegios (es ley). Una disputa memorable con el ex ministro de Salud Ginés González García, durante el gobierno kirchnerista.
En su momento, Aguer también se expresó de manera condenatoria –incluso desde el atriocontra la homosexualidad y se opuso al matrimonio igualitario. Lo hizo con una fina y perfilada demostración intelectual, tan controvertida como de innegable base teológica.
Su inspiración siempre estuvo más cercana al Papa (ahora emérito) Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, en tanto custodios ambos –según les atribuían– de la doctrina “pura” de la Iglesia.