Reasumió Maduro y admitió que “no estamos haciendo las cosas bien”
Debía asumir en enero, pero el presidente reelecto adelantó la jura. No hubo ningún invitado internacional.
Nicolás Maduro juró como presidente ayer ante la Asamblea Nacional Constituyente para un segundo período de seis años más, de 2019-2015, tras haberse impuesto en las polémicas elecciones del domingo pasado bajo sospechas de fraude y cuyos resultados van a ser impugnadas por el candidato opositor Henri Falcón.
El domingo pasado se realizaron unos comicios convocados por la asamblea constituyente ganó con el 67% (más de 6,2 millones de votos) y una participación de 46% y una abstención de 54%, la más alta de toda la historia republicana, que han sido cuestionados y rechazados por gran parte de la comunidad internacional y la oposición. Muy pocos países, solo una docena de leales, han reconocido a Maduro. El resto lo ha calificado de usurpador, ilegítimo de origen y de ejercicio.
Maduro se apuró en proclamarse en el cargo sin esperar a enero próximo, cuando constitucionalmente corresponde hacer la transmisión del mando, aunque especificó que su nuevo período comenzará administrativamente en 2019. Flanqueado por su esposa Cilia Flores, vestida elegantemente con diseño europeo, y Delcy Rodríguez, presidente de la Constituyente. Maduro ingresó al palacio legislativo tras recordar su blasfemia de que “Ni Jesucristo que resucitara me ganaba estas elecciones”. En parte de su extenso discurso dijo: “A lo primero que llamo es a una transformación del liderazgo de la revolución, una transformación de jefatura de la revolución. No estamos haciendo lo suficiente ni lo estamos haciendo bien. Hay cosas buenas que hacemos, pero no quiere decir que las estamos haciendo bien ni estamos haciendo lo suficiente. No”, dijo Maduro.
El acto de jura resultó un tanto extraño porque no está contemplado en la Constitución hacerlo en esta fecha ante la ausencia de invitados internacionales. Ningún presidente ni jefe de Estado invitado estuvo presente en la jura. Según la Constitución, el juramento debe hacerse ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, si “por cualquier motivo sobrevenido” el presidente electo no puede tomar posesión ante el Parlamento, actualmente de mayoría opositora y en la práctica anulado y sustituido por la Constituyente.
Entre sus anuncios se destacó la puesta en marcha de una política de diálogo con todos los sectores, especialmente el económico y los empresarios, para dar un impulso a la economía y la producción agrícola e industrial. Pidió aumentar la producción petrolera en un millón de barriles diarios este mismo año.
También dijo que impulsará una política de reconciliación y pacificación nacional para los presos políticos, a excepción de los que hayan cometido delitos graves. No mencionó la cifra de los amnistiados, que según el Foro Penal Venezolana, pasan de los 250 civiles y unos 200 oficiales militares detenidos. En el salón protocolar del palacio legislativo, Maduro recordó que hay que trabajar, ya que “tenemos todo el poder y control. Tenemos todas las gobernaciones y todas las alcaldías, ya no hay excusas para fracasar”, insistió el mandatario reelecto. El mandatario estaba sudando “la gota gorda” por el calor en el salón protocolar del Parlamento porque estaba averiado el aire acondicionado. Culpó a la oposición del deterioro de las instalaciones y los baños del edificio legislativo, cuando en realidad el régimen le cortó el presupuesto y los parlamentarios no cobran su salario desde hace dos años. Trabajan por amor al arte. ■