No es sólo plata, se necesitan otros incentivos contra el aislamiento
La falta de médicos en las zonas despobladas del país se explica, en parte, por una escasa planificación del sistema universitario, pero sobre todo por insuficientes incentivos que ofrecen esas zonas aisladas para los actuales profesionales de la salud.
Especialistas consultados por Cla- rín afirman que la escasa postulación de médicos en pueblos inhóspitos como los de Río Negro no pasa necesariamente por la plata que se les ofrezca, sino que los profesionales jóvenes hoy, para avanzar en sus carreras, requieren estar cerca de centros con alto volumen de pacientes y en continuo contacto con sus colegas.
Por eso reclaman que, además de un sueldo más alto, a los médicos rurales se les ofrezca otros incentivos “antiaislamiento” como pueden ser la posibilidad de viajar a congresos médicos internacionales -una o dos veces al año-, o contar con herramientas de telemedicina –que hoy existen- para que en todo momento puedan hacer interconsultas virtuales. Sobre todo en los casos de enfermedades más extremas.
“Hay un cambio generacional y hoy los jóvenes que se gradúan en medicina, después de 6 años de una dura carrera y otro tanto de exigentes residencias, tienen mucha más exigen- cia con respecto a su calidad de vida, que no pasa solo por cuánto ganan sino cómo viven: si están cerca de sus seres queridos o si tienen expectativas de crecimiento profesional”, explica Luis Sarotto, profesor de cirugía de la facultad de Medicina de la UBA y presidente de la Asociación Médica del Hospital de Clínicas.
La escasa planificación universitaria tampoco ayuda. El Ministerio de Educación nacional presentó la semana pasada un informe que vincula las necesidades de las provincias con la oferta académica. De allí surge que, en líneas generales, no hay convergencia entre lo que el mercado laboral demanda y lo que la universidad hoy tiene para dar.
En el caso particular de las carreras vinculadas a la salud humana, se repite un patrón por todo el país: hay una gran cantidad de títulos y estudiantes universitarios, pero la mayoría de ellos se forman para ser psicólogos o médicos, mientras que faltan enfermeros en todo el país. Donde más más faltan médicos hoy es en Santiago del Estero.
“Que una provincia necesite médicos no es algo que solo se puede solucionar dictando la carrera de medicina en esa provincia, porque lleva tiempos, plazos”, dice Danya Tavela, secretaria de políticas universitarias del Ministerio de Educación y una de las autoras del informe.
La funcionaria destaca como “muy correcta la política de Río Negro de tratar de llevar profesionales que están recibidos en otra zona del país a instalarse en su provincia con algún tipo de incentivo adicional que puede ser salarial, de vivienda, u otros.” ■