Atropelló, mató y se escapó en la Panamericana: investigan si fue accidente o un crimen
El arquitecto Juan Pablo Sbarbati arrolló a Edgardo Nava, que era su empleado. Sin embargo, lo abandonó sin ayudarlo y se fue a buscar a los hijos al colegio. Está preso.
Comenzó siendo un accidente tremendo, pero clásico en relación a otras historias que toman difusión: un conductor que atropella a una persona, la mata, la abandona y huye. Pero el caso que se conoció ayer tomó ribetes increíbles. Es que la víctima y el victimario tenían una relación laboral y ese mismo día habían estado juntos. Incluso, se cree que habían charlado minutos antes de que ocurra el choque.
Todo ocurrió el lunes por la tarde en el kilómetro 45,5 de la Panamericana, mano al norte. El Renault Sandero, patente NNX 022, que conducía Edgardo Leonardo Nava se detuvo entre el carril derecho y la banquina. Según se vio en las cámaras del Centro de Monitoreo de Pilar, Nava se bajó del vehículo y fue atropellado por un Honda Civic gris, con patente AB082NM, cuyo conductor era el arquitecto Juan Pablo Sbarbati. No sólo no se detuvo, sino que continuó su camino hacia la escuela de sus hijos, ubicada unos kilómetros más adelante. Lo macabro de toda la situación es que ambos se conocían: Sbarbati empleaba a Navas desde hacía muchos años.
Otros conductores que pasaban por el lugar asistieron a Navas y llamaron al 911. Fue trasladado al Hospital Juan C. Sanguinetti de Pilar, donde murió.
Toda la situación genera muchos interrogantes. Tanto que la Justicia determinó que el arquitecto conti- núe detenido. Por el momento, el caso está caratulado como "homicidio culposo".
La familia de Nava se encuentra consternada. La víctima vivía en Laferrere y era yesero. "Nosotros desconocemos que hayan existido conflictos laborales entre ellos. Al menos Edgardo nunca nos comentó nada. Sin embargo, el arquitecto lo atropelló en plena autopista y lo abandonó. Y luego supimos que se excusó diciendo que llegaba tarde a buscar a su hijo al colegio", dijo Juan Nava, su hermano. Agregó que el Renault Sandero no tenía fallas mecánicas.
El titular del juzgado de Garantías N° 7 de Pilar, Walter Saettone, habló con los medios y reveló que tuvo acceso a las cámaras policiales. "En las filmaciones se ve una maniobra imprudente por parte de Sbarbati. El Honda se acerca al Renault y luego, con otra maniobra, trata de esquivarlo. No lo logra y lo roza. Aparentemente no habría habido exceso de velocidad. Por supuesto todo esto quedará establecido una vez que se hagan las pericias".
En el Centro de Operaciones Municipales de Pilar confluye la información de 500 cámaras, con las que pudieron seguir al Honda: tras el hecho, el arquitecto continuó su camino hasta el St. John's School, un tradicional colegio de zona norte, ubicado en el kilómetro 48,8 de la Panamericana. El juez confirmó esta versión. De hecho, al día siguiente la Policía lo detuvo en los alrededores del colegio. También detectaron que el auto tiene una abolladura en el costado derecho del capó y que le faltaba el espejo retrovisor de ese lado.
Sbarbati tiene 49 años, es arquitecto y titular del estudio Arqcons, con sede en Pilar y mayormente dedicado a la construcción residencial. En su oficina evitaron dar declaraciones, pero le dijeron que Clarín que se encontraban "consternados con la si-
tuación. El arquitecto es una persona de bien, muy trabajador".
En tanto, el juez Saettone explicó que hay muchas cosas por dilucidar, por eso considera vital que el acusado siga detenido. "Tenemos entendido que estuvieron juntos unos minutos antes. Hay que determinar por qué Navas se detiene en la autopista, también acceder a los teléfonos de ambos para ver si se cruzaron men
sajes, y verificar por qué Sbarbati realiza una maniobra tan imprudente. Y algo que también hay que determinar es por qué se fue del lugar del accidente, conociendo a la persona que acababa de atropellar. El caso merece atención, Sbarbati no puede estar libre, hay muchas situaciones que acreditar", concluyó el Juez.
En enero del año pasado entró en vigencia una ley impulsada por Madres del Dolor, la ONG de familiares de víctimas viales, que justamente agravó las penas para aquellos que atropellan a una persona y la abandonan en el lugar, al igual que para quienes causan un accidente estando alcoholizados o venían en exceso de velocidad. La norma fue aprobada luego de 12 años de lucha de parte de la asociación. A partir de entonces, el abandono pasó a ser un agravante.
De todas formas, en los últimos casos hubo fallos judiciales muy contradictorios para siniestros viales similares: algunos tuvieron fuertes castigos, otros fueron excarcelados.