El Pugliese rabioso
Julieta Laso y El Ministro hablan del nuevo trabajo del colectivo tanguero más punk.
Los violines son aortas en lugar de cuerdas. El acordeón suena a guitarra eléctrica. Ahora y siempre, el nuevo disco de estudio de la Fernández Fierro, dura 20 minutos y debe ser el larga duración más breve y punk que haya dado el tango todo. Un álbum antidivague con nueve temas que se escupen como carozos. Escuchar el disco hace pensar que los músicos integrantes de la banda - algunos con aire de Hells Angels- deben salirse de las casillas por hacer rock.
Si Arlt viviera y los escuchara, sin dudas escribiría El Pugliese rabioso.
En 2001, cuando el país se cayó a pedazos, ellos unieron fuerzas en el formato que se da en las malas: la cooperativa. En todos estos años, LFF tuvo su tango feroz en el Chino Laborde, pero el cantante se fue sin que esto se convirtiera en ninguna orquesta del Titanic. Cuatro años atrás lo reemplazó la voz de tetrabrik de Julieta Laso y ella, un poco ángel y un poco demonio, de a poco terminó dándole una identidad singular a la banda de forajidos que la rodea.
Ahora están Julieta y un hombretón conocido como El Ministro. Dicen que nadie “coopera” tanto como él. Llamarlo “bandoneonista” no le haría justicia a la persona que también se encarga de trámites, tesorería, tareas de mantenimiento y hasta el celoso cuidado de la barra de bebidas. A la nómina de 12 músicos se agrega -fuera de campo, pero no tanto- una conocida jefa de prensa. Cuando Marta del Pino habla de la Fernández Fierro usa un magnífico “nosotros”.
-Julieta Laso: “Hace poco Yuri (Venturín, contrabajo y dirección) dijo en un show que estaba cansado por la situación y por lo difícil que se estaba poniendo todo. No es fácil ser una cooperativa, pagar un alquiler alto, autogestionarse...”
Ministro: Creo que quizá vaya siendo hora de tercerizar. Es complicado hacerse cargo de las cosas y encima abocarse a lo principal, la música. Nosotros nunca nos fijamos en la moneda de la barra, siempre fuimos muy relajados. Pero eso se terminó. Julieta: Está realmente duro... Ministro: Te cuento una. La tapa del disco la hicimos con Alejandro Ros, un reconocido diseñador gráfico. El trabaja con grosos como Fito y nos comentó que Páez mandó a imprimir nada más que tres mil tapas de su último disco...
Julieta: ¡No se vende nada!
Marta: Creo que un disco de oro son 20 mil unidades vendidas. Ministro: Bueno, en este CD decidimos que haya más profesionales. El disco fue grabado por Walter Chacón y se masterizó con Mario Breuer. Las visuales de la puesta en vivo son de Gisela Faure.
-El material es metal eléctrico. ¿A cuánto están de patear el bandoneón?
Ministro: Más o menos a dos años, jé. La realidad está cada vez más violenta y nosotros somos un reflejo perfecto.
-Juli, ¿cómo es cantar con ellos? Julieta: Es como subirse a un toro mecánico. La orquesta va, va y va. Al principio costó, pero salí ilesa.
Se dice que el tango supo tener una mirada sociológica sobre lo que estaba desapareciendo. Por eso La última curda, El último café o El último organito... “Nosotros tratamos de mantener ese mismo existencialismo, pero el tango ya no es una expresión popular” (Juli). ¿No? “¡No! - interviene Marta-. El tango es de nicho, es sólo música de culto”. ■
ESTE SÁBADO
Continúan presentando Ahora y siempre junto al quinteto uruguayo Milongas Extremas. En el CAFF (Sánchez de Bustamante 772). $ 250.