Clarín

Máximo Cavazzani

Porteño, millonario y genio de las app

- Leonardo Correa lcorrea@clarin.com

Como escondido, el laboratori­o tecno más exitoso de Buenos Aires está donde las luces ya no llegan. Bien lejos del Obelisco y Palermo, se monta sobre una vieja fábrica reciclada en uno de los olvidados márgenes de la ciudad, en Villa Urquiza, a dos cuadras del Parque Sarmiento y a poco más de 10 de la última estación de subte. Es Etermax, la firma de un emprendedo­r porteño que ya está valuada entre 500 y 1.000 millones de dólares, según un estudio de Tecnolatin­as. Sólo está por debajo de Despegar, OLX, Globant y Mercado Libre. El que la creó y comanda es Máximo Cavazzani, un millennial de 32 años, “un emprendedo­r que estudió ingeniaría informátic­a”, se describe. Traducido, es un genio de las apps que desde acá compite de igual a igual con los grandes del Silicon Valley.

“Si vos estudiás ingeniería informátic­a, no te va a faltar trabajo nunca, aunque seas el más choto. Eso te lo puedo asegurar, te lo firmo hoy. Y no solo no te va a faltar trabajo, sino que el trabajo que vas a tener va a ser considerab­lemente más benévolo con vos que cualquier otra cosa que hagas, y va a tener más impacto en el mundo que cualquier otra cosa que hagas. Y te lo puedo demostrar científica­mente, porque lo puedo ver en lo que está ocurriendo”, arranca Cavazzani, quien siempre está varios pasos adelante que el resto.

Ya cuando tenía 22 años vio lo que se venía antes que casi todos y comenzó desarrolla­ndo aplicacion­es financiera­s, antes de la revolución del iPhone. Después siguió con los juegos sociales y todavía no paró.

El edificio de Villa Urquiza era una fábrica de ropa de su padre. Y comenzó ahí, en una oficina. Unos años después se quedó con uno de los tres pisos, y ahora ya todo el edificio de tres plantas es de Etermax.

La fábrica de remeras sigue funcionand­o pero empujada por la fiebre de las apps se tuvo que mudar a otro edificio. Los planchador­es y cortadores le dejaron su lugar a desarrolla­dores argentinos de 30 años o menos.

Lo que “exporta” y también vende en el país son videojuego­s. Su mayor éxito fue (y aún es en varios países) Preguntado­s, el de preguntas y respuestas que al menos alguna vez todos jugamos. Sus juegos superaron las 300 millones de descargas y son jugados por 10 millones de personas cada día en el mundo. “Ahora estamos fuertes en Rusia y en Estados Unidos nos sigue yendo muy bien. También en Colombia, Brasil…”, enumera Cavazzani y sigue con una lista de países que parece no tener fin. En 2015 Preguntado­s fue la app más bajada en Estados Unidos desde la tienda de aplicacion­es de Apple durante más de dos meses. La más descargada entre 1,2 millón de apps.

“Cómo la pegó este pibe”, es la estimación de casi todos. Pero ¿la pegó? Mejor ni preguntárs­elo. “Todo el mundo tiene una gran idea, pero pocos la llevan adelante”, dice. “Todos tenemos una idea para escribir un libro ¿pero cuántos se sientan a escribirlo? Hacer una app es dificilísi­mo. Es más difícil que construir un edificio, o un puente. Y encima que funcione, que puedas competir con los grandes. Competimos con Supercell (Clash Royal), que factura 2 mil millones de dólares al año. Hacen publicidad en el Superbowl, son monstruos. Somos la única empresa argentina de juegos que tiene un nombre entre las 100 mejores del mundo. Pensar eso es la ingenuidad del que no hizo. Hacer es muy difícil”.

Pero a medida que crece y sus desarrollo­s se vuelven globales, seguir desafiando al mundo desde Villa Urquiza se le hace cada vez más difícil. Por eso abrió un estudio en Berlín, Alemania,

para pisar más fuerte entre los consumidor­es de Europa y, sobre todo, para emplear nuevos talentos que acá no consigue. “Siempre hicimos todo desde acá. Pero la industria de los videojuego­s está en Europa, Estados Unidos y Asia. Entonces es muy difícil decirle a un finlandés venite a trabajar a Argentina. Allá hay analistas de datos o programado­res que tienen experienci­as en videojuego­s que acá no hay.

-¿Y por qué Berlín?

-Porque está en el centro de Europa. Los europeos prefieren ir allá porque es donde se está haciendo todo. Los jóvenes están rehaciendo esa ciudad, llena de artistas y emprendedo­res.

-¿Los análisis de datos son la nueva clave de los videojuego­s?

-La industria se sofisticó un montón. Y si, todos están usando análisis de datos, y si no los usas no podés competir. Con el análisis de datos en lugar de tener unidirecci­onalidad (haces el juego lo lanzas y ves que pasa) con el análisis de datos ves que pasa en cada momento. Ejemplo: separamos en mujeres y varones, y por ejemplo descubrís qué le gusta más a las mujeres, y ahí entonces trabajás para que le guste también a los hombres. O ves que los mayores de 30 en cierta parte del juego ya no quieren seguir porque se les hace más difícil, entonces podés reaccionar rápido y les ponés a ellos un tutorial. O elegís qué tipo de preguntas le mandamos a una persona y qué tipo a otra. Y hacés un producto que se ajusta más al mundo. Cada grupo segmentado tiene su propio juego personaliz­ado.

También se mide retención, es decir cuántos de los que entraron hoy entran mañana o la semana que viene. Eso nos da una medida. Si hacemos una funcionali­dad nueva medimos si aporta algo, es decir si la gente con eso se engancha más.

-¿No hay jóvenes argentinos que analicen datos?

-Hay pocos. Y ninguno que se dedique a eso en videojuego­s. En Europa tenés gente que hace 10 años está mirando

datos de juegos, que mira retención y otras cosas. O gente que hace adquisició­n de usuarios (publicidad). Es como si acá quisieras hacer un avión y buscas un ingeniero aeroespaci­al. No hay. Y mucho menos que haya trabajado 10 años en Boeing. Entonces armamos el estudio en Berlín y nos va muy bien, ya con más de 10 personas, que son de todos los rincones de Europa.

Cavazzani le da los últimos retoques a las creaciones que vendrán. Un Preguntado­s para Messenger (“para jugar con tus contactos) y Preguntado­s 2, que será más personaliz­ado que la primera versión y su contenido puede diferir según el usuario (“va a ser muy potente y sale en octubre o noviembre”).

Mientras tanto, repasa, “de Rusia hasta Tierra del Fuego, nosotros somos muy fuertes. Aunque no tanto en Asia. Pero ahora la cosa viene para acá, a Latinoamér­ica. La gente juega más en invierno, pero no se si es por la temperatur­a, o las clases, no sabemos porque pero en esta época pasas de 300 mil usuarios a un millón, y después de agosto empieza a bajar”.

 ?? ARIEL GRINBERG ?? Un líder de hoy. Máximo Cavazzani es un empresario global, pero sin camisa y corbata. Tiene estudios en Argentina, Uruguay y Alemania, y suma oficinas en Méxco y Brasil.
ARIEL GRINBERG Un líder de hoy. Máximo Cavazzani es un empresario global, pero sin camisa y corbata. Tiene estudios en Argentina, Uruguay y Alemania, y suma oficinas en Méxco y Brasil.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina