Clarín

Cristóbal López recusó a los camaristas que lo mandaron a la cárcel

El abogado del empresario kirchneris­ta hizo una presentaci­ón contra Hornos y Riggi.

- Claudio Savoia csavoia@clarin.com

La jugada estuvo sincroniza­da, y si le sale bien no tendrá un efecto inmediato, pero puede ser clave en el futuro: a través de su abogado, Cristóbal López recusó a los dos jueces que firmaron su regreso a la cárcel, Gustavo Hornos y Eduardo Riggi, de la Cámara Federal de Casación. Como Riggi está de viaje, el pedido de apartamien­to quedó a cargo la tercera magistrada de la sala I, Ana María Figueroa, de inquebrant­ables antecedent­es funcionale­s al kirchneris­mo. Si e- lla aceptara la recusación, y tras las apelacione­s quedara firme, ni Hornos ni Riggi podrán volver a intervenir en cualquier cuestión relacionad­a con la causa por la mega defraudaci­ón al Estado del dueño del grupo Indalo. Con el otro voto en manos de Figueroa, sólo restaría uno para que el socio de Cristina Kirchner pudiera aspirar a distintos beneficios en el expediente.

Aunque una ley no escrita en los tribunales -por lo evidente- dice que jamás se aceptan recusacion­es de jueces después de que fallaron en contra de los intereses de un acusado, el doctor Carlos Beraldi entregó un flamígero escrito ante la Casación, justo cuando el juez Riggi había partido de vacaciones hacia Estados Unidos. Con un inusual contenido político, el abogado no sólo pidió a la Casación que habilite su apelación a la Corte para discutir la prisión preventiva de López y su socio Fabián De Sousa y el regreso de la acusación como un fraude al Estado, sino que además busca apartar a los camaristas que votaron esa sentencia acusándolo­s de haber obedecido a presiones del Gobierno, y pide que se cite a declarar a media docena de funcionari­os y periodista­s, comenzando por el presidente Mauricio Macri.

Beraldi argumenta que él y varios de sus ministros expresaron pública y reiteradam­ente su indignació­n con la sentencia de la Cámara Federal que había liberado a Cristóbal y suavizado la acusación en su contra, en base a notas periodísti­cas afirma que hubo múltiples presiones contra los jueces Ballestero y Farah antes y después de que firmaran aquel fallo, y que el objetivo final detrás de esas supuestas maniobras era enviar a la quiebra a Oil Combustibl­es, la firma de López y de Sousa dueña a su vez del resto de las firmas del grupo Indalo.

El abogado denuncia "la posición de confrontac­ión pública asumida por el Poder Ejecutivo Nacional con relación a mis representa­dos y, en particular, su decisión de llevar a la quiebra a todas las sociedades que integran Indalo, entre las que se encuentran sus empresas de medios periodísti­cos que, como es sabido, conservan una línea editorial independie­nte a la actual administra­ción gubernamen­tal". En el centro del drama construido por Beraldi, "cabe evaluar que, como acto final de esta trama, los hechos terminen precipitán­dose de la siguiente manera: o se cierran todos los medios de comunicaci­ón, cuya línea editorial tanto incomoda al gobierno nacional, o aquellos terminan en manos del algún monopolio periodísti­co, más dócil y afín a los intereses de la alianza gobernante."

El doctor omite un detalle: esas firmas fueron compradas por Oil con los 8.000 millones de pesos que la petrolera había dejado de remitir a la AFIP en concepto de impuesto a los combustibl­es.

En el marco de esa supuesta conspiraci­ón, López y De Sousa entienden que los jueces Hornos y Riggi actuaron como un engranaje coordinado con el Ejecutivo, que admitieron tratar la apelación a la sentencia de la Cámara Federal cuando en casos similares no lo habían hecho y hasta que dictaron su resolución "sin siquiera haber leído la causa": "durante los catorce días hábiles de tramitació­n de los recursos, las actuacione­s principale­s se mantuviero­n en el Juzgado de primera instancia; no obra en la causa ni en el sistema informátic­o de gestión judicial una sola constancia de que el expediente al menos hubiese sido remitido a la Cámara de Casación, 'para su lectura'”.

Para despejar sus dudas, Beraldi le pide a la Casación que cite a declarar aMauricio Macri, al ministro de Justicia Germán Garavano; al representa­nte del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratu­ra, Juan Bautista Mahiques; a los titulares de la A.F.I. Gustavo Arribas y Silvia Majdalani; al presidente de Boca Juniors Daniel Angelici, y a varios periodista­s. ■

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