Un ríspido debate que divide las aguas en la Argentina
Después de años de intentos fallidos, en marzo se presentó un proyecto de despenalización.
El aborto legal en la Argentina es un viejo reclamo de grupos feministas, que tomó mayor impulso 13 años atrás, cuando se formó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito. Desde entonces, esta alianza federal formada por movimientos de mujeres, políticos y sociales, presentó seis veces -sin éxito- su Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en la Cámara de Diputados.
Este año la situación cambió: el proyecto se presentó por séptima vez el 6 de marzo con la firma de 72 legisladores de distintos partidos y se formó un plenario de cua- tro comisiones -Salud, Familia, Legislación General y Penal- para tratar el tema. Desde abril hubo 13 reuniones informativas en las que especialistas en salud, derecho, trabajo social, artistas e intelectuales, expusieron argumentos a favor y en contra.
“Desde la recuperación democrática en 1983 han muerto más de 3000 mujeres como consecuencia de abortos inseguros, es la gran deuda de la democracia y constituye un gravísimo problema de salud pública”, sostienen desde la Campaña. Su lema: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
El proyecto de plantea que “en ejercicio del derecho humano a la salud, toda mujer tiene derecho a decidir voluntariamente la interrupción de su embarazo durante las primeras catorce semanas del proceso gestacional”. Se presentaron otros 10 proyectos. Algunos plantean consejerías pre y post aborto y la producción de medicamentos en el país. Otros hablan de la objeción de conciencia de los profesionales y días de reflexión previos a la práctica. Para quienes apo- yan la legalización, estas propuestas “traban” el acceso al aborto. Para quienes no están del todo de acuerdo, son la condición para apoyar la ley.
Restan dos reuniones y luego vendrá el debate entre los diputados, que deberán consensuar un proyecto para que se trate en el recinto el 13 de junio. Hasta ahora, la mitad está a favor, la mitad en contra y unos 40 están indecisos. Por lo bajo, varios adelantaron que votarán a favor pero no quieren ser presionados. La votación es por mayoría simple: se aprueba si tiene más votos afirmativos que negativos. Luego pasa al Senado.
Las encuestas entre la gente dan, en promedio, que el 60% apoya la legalización. Entre quienes se oponen se destacan los grupos religiosos y las fundaciones “provida”. Los que demandan la legalización hablan de salud pública y derechos humanos. Los abortos inseguros son la principal causa evitable de mortalidad materna en Argentina. El propio ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, aseguró que en los países donde se legalizó el aborto “bajó drásticamente la mortalidad materna”. ■