Sacaron la estatua de El Pensador de la Plaza del Congreso
La limpiarán y duplicarán el alto de la base para evitar que se trepen. Prevén terminar en un mes.
Los que pasen estos días por la Plaza del Congreso se encontrarán con el pedestal vacío de la escultura El Pensador, del francés Auguste Rodin. La figura no está. Quedó la base, de 1,5 metro de alto, rodeada por una reja.
¿Qué pasó? Fuentes oficiales explicaron que la escultura, uno de los mayores tesoros del arte público de Capital, fue retirada para limpieza y revisión en los talleres de Monumentos y Obras de Arte (MOA), de Palermo. En tanto, remodelarán su pedestal, que tendrá el doble de altura. No demolerán el actual: agregarán un cubo de hormigón o mampostería. Estiman que llevará un mes volver a exhibir la obra en la Plaza.
“Es la primera vez que El Pensador es retirado de su lugar, ya que siempre se restauró allí”, explicó a Clarín Ezequiel Capelli, subsecretario de Mantenimiento del Espacio Público.
La idea de restaurar la pieza surgió en reuniones entre la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, que preside Teresa Anchorena, la ONG Basta de Demoler y el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad. “Los descendientes de Rodin vinieron desde Francia y recorrieron las obras del escultor en la Ciudad. Quedaron muy confor- mes. Pero hicieron algunas observaciones que tomamos en cuenta. Por eso, El Pensador está en el MOA: le harán una limpieza, reemplazarán los anclajes y le aplicarán un tratamiento para volver la superficie a su estado original”, señaló Capelli.
Durante años, la escultura sufrió el vandalismo. La última vez fue en los incidentes violentos de las manifestaciones de diciembre. En 2013, el Gobierno porteño la cercó con un blindex, que luego fue retirado. Ahora le harán una base más alta para que nadie pueda treparse. La altura colaborará también para tener una mejor perspectiva, ya que habrá que alejarse más para apreciar la figura y se verá mejor integrada con la cúpula del Congreso.
El Pensador, hecho en bronce con el molde original y la firma de Rodin, llegó desde Francia en 1907. El artista y crítico Eduardo Schiaffino lo vio allá y pensó que debía estar en las escalinatas del Congreso. Cada tanto se debate su traslado desde la Plaza hasta ahí. ■