Una reunión con “Drácula”, la clave para la liberación de un preso de EE.UU. en Venezuela
Un senador norteamericano viajó para interceder por el reo y verse con un hombre de Maduro, de extraño apodo.
Un canal extraoficial dirigido por un veterano senador republicano de Estados Unidos y un extravagante funcionario venezolano apodado “Drácula” superaron las hostilidades entre los gobiernos para asegurar la liberación del preso estadounidense Joshua Holt, quien viajó a la nación sudamericana por amor y terminó en prisión, sin juicio previo, durante dos años. Hace una semana, las posibilidades de que el largo cautiverio terminase pronto parecían escasas.
En la víspera de las elecciones presidenciales de Venezuela del 20 de mayo, el ciudadano de Utah aparecía en un video grabado de forma clandestina en prisión diciendo que su vida había sido amenazada en un motín carcelario. En represalia, la dirección del partido socialista lo calificó de jefe de los espías de la CIA en Latinoamérica. Horas antes, Maduro había expulsado al máximo representante diplomático de Washington por la negativa de Estados Unidos a reconocer su reelección.
Pero la llegada a Caracas el viernes de Bob Corker, presidente el comité de Relaciones Exteriores del Senado, llevó a un sorpresivo avance. Maduro entregó a Holt y a su esposa, Thamara Caleno, al senador republicano por Tennessee, en lo que según su ejecutivo fue un gesto de buena voluntad para promover el diálogo y el respeto mutuo entre dos gobiernos antagónicos. Holt, que ahora tienen 26 años, viajó a Caracas en junio de 2016 para casarse con una mormona que conoció en Internet mientras intentaba mejorar su español. La pareja estaba esperando por la visa de Caleno para viajar a Estados Unidos cuando fueron arrestados en el departamento de la familia de la mujer en un complejo de viviendas oficiales por lo que Washington consideró cargos fabricados de almacenar un rifle de asalto y granadas.
Aunque Corker selló el acuerdo en unas tensas horas en la decadente y criminalizada capital de Venezuela, los esfuerzos para la puesta en libertad de Holt había comenzado meses antes de la mano de su principal asesor para Latinoamérica, Caleb McCarry, a quien tanto Corker como Orrin Hatch, senador republicano por Utah, atribuyeron el liderazgo en las meticulosas negociaciones secretas.
McCarry aprovechó una relación de 15 años con Maduro desde su etapa en el Grupo Boston, una reunión informal de representantes de todo el espectro político -demócratas, republicanos, socialistas y capitalistas- de ambos países que trabajaron discretamente para reparar las relaciones entre ambas naciones tras un golpe de Estado en 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez.
Las relaciones forjadas en el ahora extinto grupo fueron también cruciales para la liberación de otro estadounidense acusado de espionaje, el director de cine documental Tim Tracy, que pasó un mes en un penal venezolano en 2013.
McCarry viajó en secreto a Venezuela en febrero para abordar la situación de Holt con Maduro y la primera dama, Cilia Flores. La embajada de Estados Unidos se mantuvo a cierta distancia por temor al fracaso de las conversaciones, aunque la iniciativa tenía el respaldo del ex subsecretario de Estado, Thomas Shannon, que conoce a Maduro de su etapa como funcionario en Caracas al inicio de la revolución del ex presidente Hugo Chávez en la década de 1990, según varios altos funcionarios estadounidenses.
Al lado de McCarry durante las delicadas negociaciones estuvo “Drácula”, Rafael Lacava, gobernador del estado central de Carabobo y un aliado próximo a Maduro que también era cercano a los miembros del Grupo Boston. Lacava recibe el sobrenombre de Drácula por su costumbre de tuitear y patrullar su estado a altas horas de la noche en un vehículo parecido al Batimóvil. Poco después de la visita de McCarry, Lacava viajó a Washington en marzo para hablar con varios legisladores incluyendo Hatch, Corker, el senador republicano por Arizona Jeff Flake y el representante republicano por California Ed Royce. Se especuló con que Caracas estaba demandando un intercambio de prisioneros imposible con dos sobrinos de Flores condenados en 2016 en Nueva York por narcotráfico, luego de que se supiese que un magnate venezolano ligado al gobierno estaba pagando los costos legales de Holt además de los de los hombres apodados “narcosobrinos”. Las fuentes lo negaron. El tiempo dirá si hubo algo de eso o no. ■