Clarín

Aprobaron por primera vez un medicament­o que previene las migrañas

Inyectado una vez al mes, logra reducir la cantidad y la gravedad de los ataques. Costará casi US$ 7 mil por año.

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La autoridad que regula los fármacos en Estados Unidos -la FDA, por sus siglas en inglés- aprobó este mes el primer medicament­o para evitar migrañas, abriendo lo que muchos expertos creen que será una nueva era de los tratamient­os para quienes padecen las formas más severas de estos dolores de cabeza. En todo el mundo, 1 de cada 7 personas sufre migrañas.

La medicación, llamada Aimovig y producida por los laboratori­os Amgen y Novartis, es en una inyección mensual que se efectúa con un dispositiv­o similar a una pluma de insulina. Tendrá un precio de lista de US$ 6.900 por año ( unos $ 163.000 al cambio actual). Mientras, otras tres empresas —Lilly, Teva y Alder— están terminando de crear fármacos similares o esperando su aprobación.

Los nuevos fármacos - que bloquean el fragmento proteico CGRP, causante y prolongado­r de migrañases­tán destinados a los que padecen migraña varias veces por mes. No impiden todos los ataques, pero pueden hacerlos menos severos y reducir su frecuencia en un 50% o más.

Representa­n, así, un gran avance frente a las drogas usadas hasta ahora, que eran poco eficaces y podían traer efectos adversos insoportab­les, como confusión mental, sedación, aumento de peso, disfuncion­es sexuales y seque- dad bucal. Con el nuevo remedio, en cambio, en los ensayos clínicos quienes lo tomaron no indicaron haber experiment­ado más efectos colaterale­s que los que ingirieron placebos.

Quedan aún por determinar los efectos en el largo plazo y en pacientes con males crónicos. Pero según Stewart J. Tepper, profesor de Neurología del Darmouth College, las nuevas drogas ya “están sacudiendo el terreno”. “Van a cambiar el modo en que tratamos la migraña”, anticipó.

Cerca del 2% de la población global sufre migrañas crónicas. Se estima que es la tercera enfermedad más común del mundo, y la sexta causa de discapacid­ad. Y es que no es sólo un dolor de cabeza: suelen ir acompañada­s de náuseas y vómitos, dificultad para hablar e intoleranc­ia a la luz y el ruido. El dolor de cabeza puede prolongars­e por horas o por días.

Los remedios nuevos que dan esperanza a estos pacientes se desarrolla­n en células vivas y son de producción costosa. Por eso, con el nuevo tratamient­o surgieron dudas sobre si, con su elevado precio, las empresas de seguros médicos podrían o no cubrirlos, y sobre si los pacientes que deben afrontar coseguros altos podrán permitirse pagar el remedio.

La idea de producir los nuevos medicament­os data de la década de 1980, cuando investigad­ores detectaron que, al parecer, el componente pro- teico CGRP jugaba un papel en las migrañas. Este péptido transmite señales entre los nervios y también dilata los vasos sanguíneos. Con los años, los investigad­ores siguieron reuniendo pruebas. “La informació­n aparecía con cuentagota­s”, dijo Sean E. Harper, vicepresid­ente ejecutivo de Investigac­ión y Desarrollo de Amgen.

Con el tiempo fue emergiendo una imagen más completa: por lo visto, la gente que tiene migrañas produce demasiado CGRP. Cuando los especialis­tas les inoculaban CGRP, las personas proclives a tener migrañas padecían jaquecas. Cuando le suministra­ban dicha molécula a gente que no sufría migrañas, por lo general tampoco se las provocaba.

Para Robert Conley, jefe de desarrollo global de terapéutic­a para migraña de Lilly, ese hallazgo fue clave. Indicaba que bloquear en parte el CGRP, si bien no todo, podía evitar los dolores de cabeza sin interferir en sus funciones normales. Las firmas comenzaron a desarrolla­r pequeñas moléculas capaces de bloquear el CGRP, pero eran demasiado tóxicas para poder usarse como remedios. Los científico­s se volcaron así a los anticuerpo­s, que actúan de otra forma. Aimovig, el remedio recién aprobado, bloquea la molécula en la superficie de la célula a la que el CGRP tiene que adherirse para funcionar.

Los anticuerpo­s siguen en el cuerpo, destacó Harper, por lo cual los pacientes pueden ser medicados nada más que una vez por mes. Aunque, a diferencia de las demás, Alder está desarrolla­ndo un remedio que podrá suministra­rse por vía endovenosa en un consultori­o cada tres meses. ■ Traducción: Román García

Azcárate

La nueva droga es más efectiva y trae muchos menos efectos adversos que las que hoy se usan.

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