Otro día de caos por la marcha piquetera
La movilización fue encabezada por agrupaciones sociales, con el apoyo de la CTA, intendentes del PJ y el moyanismo. Pidieron por “pan y trabajo” y exigieron que la CGT le ponga fecha al paro. El tránsito en la Ciudad fue un caos durante varias horas
Grupos piqueteros K, la CTA y la izquierda marcharon a Plaza de Mayo para protestar contra el veto presidencial a la ley de tarifas y al acuerdo con el FMI. Bloqueron el Centro porteño y el Metrobus. Y reclamaron por una huelga general.
Con fuertes críticas al Gobierno y un reclamo a la CGT para que ponga fecha a un paro general, una multitud colmó ayer la Plaza de Mayo en el acto de cierre de la Marcha Federal por Pan y Trabajo, que arrancó el lunes en La Quiaca convocada por las organizaciones sociales y con apoyo de sectores sindicales, de la Iglesia, intendentes del peronismo y partidos de izquierda.
Desde temprano los manifestantes se concentraron en San Cayetano, el puente Pueyrredón en el límite con Avellaneda y Retiro, para entrar marchando a la Capital y confluir en la remozada Plaza de Mayo ante un palco montado de espaldas a la Casa de Gobierno. Hubo allí duros discursos contra las políticas del Gobierno: los oradores alertaron sobre la situación social, cuestionaron el ajuste y el endeudamiento, la búsqueda de un acuerdo con el Fondo Monetario, y también el veto presidencial a la ley que ponía límites al tarifazo.
“Necesitamos que nuestros chicos coman, que nuestros vecinos tengan trabajo, que nuestros barrios tengan servicios y estén integrados. Lo único que quieren es ajustar para pagar la deuda y seguir endeudando al país”, sostuvoDaniel Menéndez, de Barrios de Pie.
Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, sumó críticas a la gestión macrista: “Nuestro grito tiene que ser escuchado, el Presidente es Robin Hood al revés, le roba a los pobres para darle a los ricos”, aseguró. Luego tomó el micrófono el Premio Nobel de la paz, Adolfo Pérez Esquivel: “Tenemos que estar unidos más que nunca para derrotar el neoliberalismo que trae más hambre, al FMI, a las fuerzas armadas en la calle”.
Barrios de Pie, las organizaciones nucleadas en la CTEP, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento Evita y el Frente Darío Santillán estuvieron entre los organizadores. La Marcha tuvo el apoyo de los triunviros de la CGT, de las dos CTA (que ya confirmaron un paro nacional para el 8 de junio) y al frente de columnas de sus gremios se mostraron Pablo Moyano y el bancario Sergio Palazzo. “La necesidad de confrontar contra este Gobierno y este modelo económico va a unificar a toda la CGT”, auguró Moyano.
“Estamos reclamando que la CGT acompañe la decisión de un paro nacional para reclamarle al Gobierno que cambie sus políticas y mire a los que menos tienen”, agregó Palazzo.
La Cámpora y el kirchnerismo no fueron parte activa de la movilización, aunque se vio a algún dirigente en el palco -como el diputado Wado de Pedro- y tuvo presencia en referentes sindicales como Hugo Yasky (también diputado del FpV) y Roberto Baradel de Suteba. Baradel fue orador y pidió “a Macri y a la gobernadora Vidal que dejen de atacar a la escuela pública” y reclamó a la CGT que ponga fecha a un paro general “contra la política de ajuste”. Estuvieron también la diputada Victoria Donda (Libres del Sur, partido cuyo "brazo social” es Barrios de Pie), el diputado Leo Grosso, Emilio Pérsico y Fernando Chino Navarro del Evita, y Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de ATE nacional, entre otros.
La Marcha, apoyada por la Pastoral Social de la Iglesia, arrancó el lunes en La Quiaca (y otros puntos del país), con una bendición del obispo de Humahuaca Pedro Jesús Olmedo.
Nuestro grito tiene que ser escuchado. El Presidente es Robin Hood pero al revés, le roba a los pobres para darle a los ricos”.
Nora Cortiñas
Madres de Plaza de Mayo.
Este viernes, al salir desde San Cayetano, Esteban “Gringo” Castro, secretario general de CTEP, sostuvo que “vamos a ir a Plaza de Mayo a pedir por las cinco leyes para el sector que representamos; plantear que no se haga el acuerdo con el Fondo Monetario, y decirle al Presidente que es un error el veto a la baja de tarifas”.
Los proyectos son los de Emergencia Alimentaria; Integración Urbana; Ley de Adicciones; de Agricultura Familiar; y de Infraestructura Social, esta última para asignar el 25 por ciento de las obras a las cooperativas de trabajo. Las organizaciones sociales tienen fuerte inserción en barrios populares y sectores informales de la economía, en un país donde la pobreza supera el 25% (se elevaría varios puntos tras la última devaluación) y un tercio de la fuerza laboral está en negro; y mantienen vínculos de tensiones cambiantes con el Gobierno por la dependencia de los planes sociales.
Según los organizadores, medio millón de personas participó de la Marcha en todo el país. “Empezó por la bronca y el dolor del ajuste y termina siendo una esperanza de construir un gran frente para recuperar el gobierno en 2019, excediendo al peronismo y a la política, con protagonismo popular”, sostuvo Navarro, del Evita. La Ciudad fue un caos de tránsito durante muchas horas. Ingresar y salir del centro se volvió una pesadilla para miles de automovilistas. Los cortes se daban en distintos lugares e incluso por momentos se cortó el Metrobus, pese a la vieja promesa del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, de que su administración no iba a permitir que se interrumpiera el transporte público.
Sin embargo, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Martín
Ocampo, destacó en diálogo con Clarín el “trabajo coordinado con las organizaciones (sociales, con las que tuvo reuniones previas) y con la Provincia. La premisa fue afectar lo menos posible”, sostuvo.