Clarín

Guerra comercial: Europa denuncia a EE.UU. ante la OMC por los aranceles

Bruselas anunció además medidas similares contra una serie de productos estadounid­enses.

- Idafe Martin elmundo@clarin.com

La Unión Europea había prometido a Estados Unidos que no le temblaría el pulso. La Comisión Europea, que tiene las competenci­as en materia comercial de los 28 países del bloque, cumplió su promesa y respondió ayer a la imposición de aranceles estadounid­enses al acero y el aluminio.

Bruselas impuso una denuncia contra Estados Unidos ante la Organizaci­ón Mundial del Comercio (OMC) y la comisaria europea de Comercio Cecilia Malmström dijo en rueda de prensa que Washington “está jugando a un juego peligroso”.

Malmström también anunció otra denuncia contra China, en este caso como protesta contra lo que considera “transferen­cias injustas de tecnología” de empresas europeas con actividade­s en China. Europa intenta así posicionar­se como la potencia que defiende un enfoque multilater­al y normativo del comercio frente a lo que considera estrategia­s proteccion­istas, sobre todo por parte de Washington.

Malmström confirmó esa idea: “Si los actores de este mundo no respetan las reglas el sistema corre el riesgo de hundirse. Nosotros defendemos un sistema multilater­al para un comercio mundial fundado en reglas. Eso demuestra nuestra determinac­ión de tratar las causas profundas de las tensiones actuales en el sistema comercial, pero debemos hacerlo en el marco de un sistema basado en sus reglas y sus correccion­es”.

La denuncia europea contra Estados Unidos ante la OMC podría no tener dictamen hasta dentro de más de un año, así que se hace en parte para poder activar ya medidas de represalia europeas contra productos estadounid­enses.

Las contramedi­das europeas, que podrían estar en vigor en 20 días, incluyen una primera ronda de aranceles a productos estadounid­enses por valor de 2.800 millones de euros en una primera fase que irán aumentando hasta los 6.400 millones de euros. Europa ataca a todo, desde productos industrial­es a agroalimen­tarios, desde embarcacio­nes marítimas de recreo hasta las motociclet­as Harley-Davidson, jeans, tabaco o bourbon.

Los ministros de Comercio del bloque darán la próxima semana el visto bueno al plan en detalle: qué arancel se impondrá a cada producto de la lista que maneja la Comisión Europea.

Malmström explicó ayer que la Unión Europea no impondrá todos los aranceles de golpe el 20 de junio, que es la fecha más temprana en que podría hacerlo respetando la normativa de la OMC, pero tampoco cerró la puerta: “Podemos usar una parte de esa lista, la lista entera, una parte ahora y una parte más tarde”.

Además de responder a Estados Unidos, Bruselas ya prepara –siguiendo, según sus explicacio­nes, las normas de la OMC- “medidas de salvaguard­ia” para evitar que el acero de terceros países que dejará de entrar en Estados Unidos no acabe en Europa distorsion­ando el mercado del viejo continente.

Malmström, cuyo cargo le da el poder de una especie de ministra europea de Comercio, se mostró tajante. Europa “cierra la puerta” a negociacio­nes comerciale­s con Estados Unidos mientras Washington mantenga los aranceles.

La comisaria dijo que las represalia­s europeas serán “medidas y proporcion­adas” porque los europeos “no estamos en una guerra comercial sino en una situación muy difícil provocada por Estados Unidos”. Pero los europeos temen también que sirvan como excusa al presidente estadounid­ense Donald Trump para imponer aranceles en otros sectores, especialme­nte a los autos europeos.

Malmström puso ayer el dedo en la llaga de Trump: “Sé que el presidente estadounid­ense tiene un problema muy particular con los autos alema- nes”. Donald Trump dijo el año pasado que mientras en las calles de Estados Unidos se veían grandes autos alemanes, en las alemanas no veía autos estadounid­enses. El entonces ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble, respondió: “Aprendan a hacer autos”.

El impacto de los aranceles estadounid­enses y de las represalia­s europeas sigue siendo muy limitado en comparació­n con el montante total de los intercambi­os comerciale­s entre las dos grandes potencias del Atlántico Norte, pero el inicio de una guerra comercial puede llevar a una escalada que ponga en riesgo el orden comercial basado en reglas y meter al mundo en una espiral de proteccion­ismo que Europa quiere evitar a toda costa.

El acero y el aluminio son apenas el 0,1% de todas las exportacio­nes europeas a Estados Unidos, pero Bruselas no quiere dejar pasar los aranceles estadounid­enses sin respuesta. Imponer más aranceles a los autos europeos serían palabras mayores. El año pasado la Unión Europea tuvo un superávit comercial con Estados Unidos en el entorno de los 120.000 millones de euros.

Francia cargó ayer con dureza contra el inquilino de la Casa Blanca. De visita en Canadá, el ministro de Finanzas francés dijo que “la reunión de Finanzas del G7 será más bien un G6 + 1 con Estados Unidos solo contra todos por hacer que el planeta corra el riesgo de una desestabil­ización económica”. Tanto la jefa de gobierno alemana Angela Merkel como el francés Emmanuel Macron advirtiero­n del “riesgo de una escalada”. ■

 ?? EFE ?? Conferenci­a. El canciller chino, Wang Yi, y la jefa de ladiplomac­ia europea, Federica Mogherini, ayer, ante la prensa tras una reunión en Bruselas. Europa también denunció a China.
EFE Conferenci­a. El canciller chino, Wang Yi, y la jefa de ladiplomac­ia europea, Federica Mogherini, ayer, ante la prensa tras una reunión en Bruselas. Europa también denunció a China.

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