Clarín

“Europa necesita una coordinaci­ón mucho más estrecha de la política fiscal”

Vitor Constâncio. Ex vicepresid­ente del Banco Central Europeo El economista, que recién dejó su cargo en el BCE, señala que hacen falta medidas más profundas en la Eurozona para superar la crisis.

- Henning Jauernig y Stefan Kaiser Der Spiegel/ The New York Times. Especial

En medio del torbellino financiero que generó la incertidum­bre política en Italia, en especial luego de que se deslizara la idea -descartada enseguida- de una posible salida del euro, el hasta hace dos días vicepresid­ente del Banco Central Europeo, el portugués Vítor Constâncio, insis- te en que, pese a las crisis de los últimos años, y en especial a los problemas italianos, la zona euro está en buen estado.

Esta semana, tras el fracaso en la formación de un nuevo Ejecutivo en Italia, la tercera mayor economía de la eurozona, el BCE alertó de una escalada de la crisis y el euro cayó a su curso más bajo desde julio de 2017. En este marco, Contancio, que dejó su cargo este jueves, remarcó en entrevista con Der Spiegel la importanci­a de la moneda única europea.

-Usted ha trabajado en el Banco Central Europeo durante 18 años y fue vicepresid­ente desde 2010. ¿Hubo alguna vez un momento en que pensara que quizá el euro no era tan buena idea después de todo?

-No. Hubo momentos, durante el apogeo de la crisis, en que había dudas existencia­les sobre cómo resultaría­n las cosas. Pero nunca tuve dudas de que la unión monetaria era lo correcto para los países europeos.

El enfoque estricto de Alemania tiene una debilidad en épocas de crisis, cuando hace falta una reacción flexible”.

-Pero hubo algunas crisis muy graves. En 2012, por ejemplo, cuando las primas de riesgo de los bonos de los gobiernos español e italiano subieron marcadamen­te y se corría el riesgo de que la zona euro se fracturara. O en 2015, cuando Grecia estuvo cerca de la bancarrota. ¿No demostró eso que la zona euro no funciona bien?

-Para empezar, los problemas fueron consecuenc­ia de la forma en que estaba organizada la zona euro, que era muy minimalist­a. En aquel momento, se considerab­a que todo lo que necesitába­mos era una moneda única, un banco central y un freno fiscal. Pero los acontecimi­entos han demostrado que eso no bastaba. Por ejemplo, no se preveía un mecanismo de crisis y no había supervisió­n bancaria en el nivel europeo. Entretanto se ha tomado una serie de decisiones importante­s, por ejemplo, respecto de la unión bancaria y el Mecanismo Europeo de Estabilida­d. La zona euro ha comenzado a com-

ponerse. Aún estamos en medio de ese proceso. -¿Los países del sur de la zona euro han hecho lo suficiente para reparar la unión monetaria?

-Sí. Los países más afectados por la crisis tenían grandes déficits de presupuest­o y grandes déficits de cuenta corriente al comenzar la crisis. Por eso importaban mucho más de lo que exportaban. Pero desde entonces se ha hecho mucho. Mientras tanto, todos los países en cuestión tienen superávit fiscal primario, lo que significa que están reduciendo su deuda poco a poco. Y todos estos países ahora tienen superávit de cuenta corriente; exportan más de lo que importan. Eso es todo un cambio. -Estos logros ahora penden de un hilo porque un país podría ya no querer hacer su parte. Aun cuando su intento de formar gobierno haya fracasado por ahora, los dos partidos domi- nantes moneda de común. Italia son Quieren escépticos aprobar respecto enormes de re- la bajas de impuestos y aumentar el gasto drásticame­nte, pese al hecho de que Italia tiene uno de los niveles de deuda soberana más altos del mundo: 132% del producto bruto interno. -Sin duda, es un desafío, sobre todo para la misma Italia. Cuando los mercados financiero­s atacaron a Italia en 2012, eso demostró que las percepcion­es sobre los mercados financiero­s pueden ser volátiles y que la evaluación de riesgo de un deudor puede cambiar abruptamen­te, a veces con consecuenc­ias graves… y ello aun cuando Italia ya tenía superávit primario en aquel momento. Veremos qué pasa ahora. -Las primas de riesgo de los bonos del gobierno italiano volvieron a aumentar marcadamen­te en el último tiempo. ¿En qué momento volvería a intervenir el BCE, como en 2012? -Quisiera destacar que todas las intervenci­ones tienen que contribuir al cumplimien­to de nuestro mandato y también están sujetas a condicione­s. El programa de Transaccio­nes Monetarias Directas para intervenir en los mercados nacionales de bonos soberanos de los países vulnerable­s sólo puede emplearse si el país en cuestión también acepta un programa de ajuste. Las normas son muy claras a ese respecto. Todos deberían recordar esto. -¿De modo que si Italia quiere eludir las normas fiscales de la UE, no puede necesariam­ente contar con la ayuda del BCE? -Sólo diré que Italia conoce las normas. Quizá debería darles otra buena leída.

-¿No estamos viendo otra vez el conflicto en el corazón de la zona euro? Por un lado, están los países del norte orientados a la estabilida­d, como Alemania, y, por otro, está el sur. Usted sigue este debate desde hace muchos años. ¿Por qué hay una disparidad tan fundamenta­l entre los países en la cultura financiera? -Ciertament­e hay diferencia­s culturales que tienen sus raíces en la historia y aún se manifiesta­n. Algunos países están en contra del crédito y los altos niveles de deuda, mientras que a otros les preocupan menos. Es llamativo, por caso, que Alemania tenga la tasa más baja de Europa de propiedad de inmuebles. ¿A qué se debe eso? En otros países, la gente pide préstamos para construir casas… especialme­nte ahora, con tasas de interés tan bajas. En Alemania, esto apenas se ve. De modo que hay grandes diferencia­s culturales en algunos aspectos, pero la realidad ha demostrado que debe haber con-

cesiones -¿Habría sido mutuas. más Tal fácil como resolver ha ocurrido. la crisis si el

-Sí, enfoque creo que alemán sí. Alemania no hubiese es sido un país tan muy central? exitoso y su éxito se basa en un conjunto fuerte de normas y el respeto por esas normas. Y las cosas le van muy bien a Alemania desde la II Guerra Mundial. Pero este enfoque estricto tiene una debilidad en épocas de crisis, en particular cuando se necesita una reacción veloz y flexible. La reacción a la crisis financiera y de deuda soberana podría haber sido más rápida y flexible. Es mi opinión personal. Hemos aprendido de la crisis y estamos en proceso de componer la unión monetaria. Pero hará falta tomar algunas medidas más. Ante todo, necesitamo­s una coordinaci­ón mucho más estrecha de la política fiscal y un fondo de estabiliza­ción que pueda absorber los shocks repentinos y significat­ivos. Y -¿Hará la unión falta bancaria otra crisis aún del no euro está para completa. que tengamos una unión bancaria?

-Se pensaría que la unión bancaria es la más fácil de estas reformas. Lo que más necesitamo­s es implementa­r un plan de seguro europeo común de los depósitos, de modo que los ahorros de los clientes de los bancos estén protegidos en el nivel europeo si un banco quiebra. Eso fortalecer­ía aún más la confianza en el euro, porque nuestro dinero básicament­e consiste en depósitos bancarios. -Alemania es reacia a la idea de este tipo de mutualizac­ión, sobre todo porque muchos bancos italianos aún tienen enorme cantidad de préstamos incobrable­s en su balance. Nadie de este país quiere ser responsabl­e de eso. ¿Cómo puede solucionar­se este problema? -Ya se ha resuelto. Hemos comenzado a reducir considerab­lemente los niveles de lo que se denomina préstamos con problemas de recupero en la zona euro: en más de 300.000 millones de euros desde 2014. Esta reducción se logró como resultado de la presión ejercida por la supervisió­n bancaria del BCE. Y esa presión seguirá siendo fuerte. -Hay otro punto en que Alemania está casi sola frente a la mayoría de los demás países de la zona euro, y son las tasas de interés. Los ahorristas alemanes esperan volver a recibir intereses por el dinero que tienen en el banco. -Entiendo su preocupaci­ón. Pero a los ahorristas alemanes no necesariam­ente les fue mejor en el pasado. Puede que recibieran 2,25 por ciento de interés sobre sus depósitos antes de que se implementa­ra el euro, pero la inflación también era mucho más alta en aquel entonces, 2,4 por ciento. De modo que lo que llamamos tasa de interés real era negativa también entonces. -El dinero de los ahorristas se vio mermado.

-Pero también está la otra cara de la moneda. Las bajas tasas de interés ayudan a los prestatari­os públicos y privados. Los habitantes de Alemania no están aprovechan­do eso. Como dije antes, la tasa de propiedad de viviendas es bastante baja y ha caído en los últimos años. -Eso probableme­nte tenga que ver sobre todo con el aumento del precio de las propiedade­s.

-Sí, pero sólo en las ciudades, no en todas partes. Los alemanes podrían usar las bajas tasas de los préstamos en su provecho. Eso significar­ía tomar prestado un poco más, pero muchos simplement­e no quieren hacer eso. Podrían haber sacado más provecho de la situación. -¿Eso vale para los ahorristas y los inversores?

-Sí, los alemanes dejan demasiado dinero en sus cuentas en lugar de invertirlo en otros activos de más alto rendimient­o. -¿Puede dar a los ahorristas alemanes motivos para tener esperanzas de que las tasas de interés comenzarán a subir nuevamente en 2019? -El Eurosistem­a Consejo de seguirá Gobierno comprando del BCE decidió activos que a ra- el zón fines de de 30.000 septiembre. millones Los de actores euros por del mes mercado hasta esperan no a mediados que las del tasas año de que interés viene. cambien en tor-

Las intervenci­ones del BCE sólo pueden emplearse si el país en cuestión también acepta un programa de ajuste”.

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DPA Experto. Vitor Constancio sostiene que, pese a los momentos de crisis y a una serie de correcione­s que son necesarias, la unión monetaria europea sigue firme y es irreversib­le.

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